Dada la significativa incidencia de esta Patología a nivel mundial, y la confusión que prevalece en un importante número de las personas que la sufren, debido a que el Diagnóstico Diferencial no siempre es preciso y por lo mismo, los tratamientos con frecuencia no tienen los resultados deseables para el paciente, según se observa en los comentarios que se encuentran en Internet, donde la gente desesperada busca respuestas, me ha parecido oportuno, darles a conocer un sitio en el que confluyen personas que comparten sus experiencias, tanto como pacientes del Síndrome, como expertos que los orientan.
Este grupo es apto sólo para mayores de 18 años. Puede tener contenido inapropiado para algunos usuarios Grupo de Reunión para pacientes que sufren Fibromialgia (FM), para compartir las ultimas noticias y avances en la medicina con respecto de esta enfermedad invalidarte.
La fibromialgia (FM) fue identificada por primera vez por Sir William Gowers en 1904, la denominó fibrositis. Se ha definido como un proceso reumático crónico, no inflamatorio, afecta a las partes blandas del aparato locomotor, se caracteriza por un dolor difuso, no bien definido, puede interpretarse como quemazón, pinchazos, hormigueos, etc. Coexistiendo con múltiples puntos dolorosos a la presión, (puntos gatillo) se exacerba con la actividad física, el frió, la humedad, el estrés etc. Y frecuentemente se asocia con trastornos del sueño, fatiga, a veces muy acusada, parestesias, mareos, pérdida de memoria y molestias al la luz o los olores.
Recientemente, la Dra. Alma Rosa Badillo, se ha hecho cargo de la Administración de este Grupo, lo que da un valor agregado al mismo, ya que independientemente de su capacidad profesional y su Curricula Académica, se distingue por una gran Calidad Humana y Generosidad con que incondicionalmente reserva un tiempo para compartirnos sus conocimientos, a pesar de la completa agenda que tiene que cumplir, como Médico, Terapeuta y Docente, como podrán ver a continuación:
Medico Quiropráctico, Universidad de California; Licenciatura en Quiropráctica, Universidad Estatal Del Valle de Ecatepec ; Medicina en El Deporte Y Actividad Física, Universidad Xochicalco . Acerca de sus actividades comenta: ”… Los pacientes vienen con diversos problemas de la columna vertebral, sistema nervioso y sistema muscular. Doy pláticas, de temas variados acerca de lo que es la Quiropráctica, para enseñar a la gente que deben de acudir con un Quiropráctico desde la infancia, para enseñarles como cuidar su columna, miembros inf. y sup. higiene posturales y que acudan con un quiropráctico no solo cuando tienen el problema. Además he estudiado Naturopatía, soy también Reflexóloga, Quiromasajista Profesional, Rehabilitación Física, tengo diplomados en acupuntura y Auriculoterápia. Además doy clases en una escuela de Quiropráctica y también a deportistas…”
A continuación, he editado alguna información del Grupo citado, como muestra de lo que podrán encontrar, si se integran al mismo. Aclaren sus dudas, Pregunten, o aporten conocimientos…como sea, pero Participen!!!,,,,
Fibromialgia y nutrición ortomolecular
Dieta y nutrientes complementarios en la mejora de un trastorno que parece extenderse
La fibromialgia constituye el último cajón de sastre: es un término bajo el que se engloban diversas patologías, no siempre con un mismo origen o etiología, que hacen referencia a diferentes trastornos dolorosos no claramente identificados. Para tramitar bajas laborales o una invalidez, por ejemplo, resulta necesario dar nombre a una serie de dolencias con una sintomatología común no bien definida en cuanto a su casuística y método de testaje. Se afirma que puede estar afectando al 4% de la población mundial, unos 250 millones de personas, sin tener en cuenta a los millones de reumáticos con etiología en principio diferente. Así se expresa D. Felipe Hernández Ramos, nutricionista y presidente de la Asociación Española de Nutricionistas Ortomoleculares, en la ponencia sobre fibromialgia
Presentada en la jornada sobre oligocatálisis bionutricional y nutrición celular activa, desarrollada en Madrid en mayo de 2003.
Es un trastorno reciente o "nuevo", con varias fechas relevantes en su historia. En 1981 aparece el concepto de fibromialgia , que reemplaza al anterior de fibrositis. En el año 1987 JAMA (publicación de la Asociación Médica Americana) anuncia que la fibromialgia existe. En 1989, Textbook of Rheumatology (publicación médica especializada en reumatología) dedica un capítulo a la fibromialgia firmado por el doctor Robert M. Bennett. En el año 1990 el Colegio Americano de Reumatología explicita los criterios modernos de esta afección. Y es en 1992 cuando la OMS (Organización Mundial de la Salud) califica la fibromialgia como enfermedad reumatológica.
Factores que parecen predisponer
Aunque la etiología permanece desconocida, existen sospechas bien fundadas sobre factores predisponentes. Al examinar la casuística, afecta con mayor frecuencia a las mujeres, en proporción 9:1 respecto a los hombres, y sobre todo entre los 30 y 60 años. Un 50% de diagnosticados de fibromialgia relaciona el inicio de los síntomas con traumatismos, físicos o emocionales, o infecciones sobre todo virales.
Como en otras ocasiones, argumenta Hernández Ramos, se plantea la cuestión de si en la fibromialgia : "Los problemas psíquicos, neuróticos y depresivos típicos son el resultado lógico de un trastorno crónico, doloroso e incapacitante, o si éstos forman parte del origen del trastorno, como parecen señalar también las estadísticas,... Sí parece significativo el hecho de que un buen número de personas mejoran la sintomatología al solucionar o mejorar sus conflictos emocionales, familiares o laborales, socioeconómicos,... , ".
Es casi siempre una enfermedad de los tejidos mesenquimatosos (conjuntivo, tendones, músculos y no siempre huesos) con inflamaciones extraarticulares dolorosas, crónicas o recidivantes en diferentes puntos. Las zonas más afectadas son los ligamentos, tendones, fascias y los límites entre cartílagos y huesos. Los dolores suelen ser de localización cambiante, pero las zonas comúnmente afectadas son las lumbares, las cervicales y las áreas más cercanas a las grandes articulaciones. Las molestias son más intensas por las mañanas y también se ven incrementadas por acción del frío, la humedad, el estrés psíquico y el sobreesfuerzo.
Además de la sintomatología dolorosa puede presentarse insomnio, cefaleas, alteraciones del sistema neurovegetativo, estreñimiento, dismenorrea, trastornos respiratorios y cardiovasculares. Y, por lo general, las pruebas de laboratorio como analíticas, etc. , suelen proporcionar valores normales.
Según Hernández Ramos parece que los afectados presentan una disminución de serotonina en el líquido cefalorraquídeo. Se han encontrado ciertas perturbaciones en el metabolismo de la vitamina B1 o tiamina, que puede estar relacionado con la existencia de anomalías que afectan a la serotonina, dada la relación entre la tiamina, como cofactor, y la actividad de los neurotransmisores. Además: "Al ser testado el 5-hidroxi-triptófano, (metabolito intermedio en el metabolismo de la serotonina, de la que es precursor), en tres estudios sobre fibromialgia se han obtenido resultados positivos, observándose una disminución significativa del número de puntos sensibles, así como una mejoría en la rigidez matinal, la calidad del sueño, la ansiedad y la fatiga".
Asimismo, se acumulan las evidencias de una correlación marcada entre la habilidad del cuerpo para detoxificar sustancias xenobióticas (=extrañas a la materia viva) y los procesos como fibromialgia o síndrome de fatiga crónica. En personas con fibromialgia hay sensibilidad o intolerancia a productos químicos como gasolina, queroseno, cloroformo, gas natural, pesticidas, disolventes, adhesivos, pegamentos, fibra de vidrio, formaldehído, agentes limpiadores y ciertos medicamentos: "Sensibilidad o intolerancia que hace sospechar que son personas que presentan una actividad enzimática de desintoxicación hepática comprometida", por lo que, entiende el ponente, es importante llevar a cabo una detoxificación celular, incidiendo en el factor hepático, antes de realizar una reestructuración bioquímica con nutrientes ortomoleculares.
Diagnóstico a través de la sintomatología
El diagnóstico convencional se basa en la sintomatología, de modo que se requiere la presencia de los tres síntomas mayores y algunas de las otras manifestaciones.
Son síntomas mayores 1º el dolor o rigidez generalizada de al menos tres sitios anatómicos durante como mínimo tres meses, rigidez que se agrava con los cambios de temperatura y climáticos en general y por mantenerse en la misma posición durante un largo período de tiempo; 2º, seis o más típicos puntos sensibles reproducibles, y 3º exclusión de otros trastornos como reúmas o neuralgias que pueden causar síntomas similares.
Las otras manifestaciones son fatiga generalizada y dolor de cabeza crónico en cuello, hombros y tejidos blandos alrededor de la articulación temporomandibular. Trastornos del sueño, con dificultad para conciliar el sueño o despertares frecuentes durante la noche expresados como no poder dormir o no sentirse bien, o con sensación de no haber descansado a pesar de haber dormido un buen número de horas. Quejas neurológicas y psicológicas, depresión y ansiedad. Sensaciones de atontamiento y hormigueo, y de adormecimiento y tumefacción de algún miembro, a veces con sensación de picor o quemazón en las extremidades. Dolor en el plexo solar. Trastornos cognitivos, con lagunas mentales, dificultad para concentrarse y torpeza para hablar o escribir. Sensibilidad a la luz, el ruido, los olores y cambios estacionales. Especial sensibilidad a las sustancias y productos químicos mencionados con anterioridad (gasolina, pesticidas, agentes limpiadores y ciertos medicamentos, etc.). Pérdidas de equilibrio y orientación. Síndrome de intestino irritable o trastornos digestivos que incluyen dolores abdominales, hinchazón, estreñimiento y diarrea típicos del colon irritable. Y variación de los síntomas en relación con la actividad, el estrés y los cambios climáticos.
Sobre las tablas que evalúan el porcentaje de los síntomas encontrados en la fibromialgia , en un 100% de los casos hay dolores y rigidez, especialmente por la mañana. Fatiga en el 96%, e insomnio o sueño perturbado en el 86% de los casos. En un 72% dolores articulares, mientras se agravan los síntomas con los cambios de tiempo en el 70%. Nerviosismo en las piernas, entumecimiento y picores, y pérdida de memoria aparecen en torno a un 50% de los casos. Calambres en los miembros inferiores, dificultad para concentrarse y colon irritable se manifiestan aproximadamente en un 40%. Nerviosismo y ansiedad en el 32% y depresión en un 20% de las ocasiones.
Como manifestaciones asociadas a la fibromialgia se añaden candidiasis, espasmofilia, síndrome de sequedad de los ojos y boca, alergias, rinitis perenne, apnea del sueño (=asfixia), vértigos, artritis reumatoide, dismenorreas, trastornos digestivos, vejiga irritable, síndrome de colon irritable, bruxismo (=rechinar de dientes) y fotofobia.
Nutrición celular
Ante la defectuosa actividad enzimática de detoxificación hepática observada en los casos de fibromialgia , la nutrición ortomolecular propone la utilización de nutrientes correctores para que el hígado pueda realizar la necesaria detoxificación celular, entre ellos los aminoazufrados como taurina, metionina, cisteína y glutatión, y sus cofactores B6 y B9, además de moléculas vegetales ricas en compuestos azufrados como ajo y rábano negro, y oligoelementos catalizadores de las funciones de desintoxicación.
Se aconseja efectuar una adecuada higiene intestinal así como el uso de prebióticos y de antioxidantes que protegen el tejido conjuntivo de la agresión de radicales libres a la vez que regulan ciertos procesos inflamatorios.
Además: "Se produce un efecto analgésico natural cuando en el cerebro mejoran los niveles de serotonina y los receptores de noreprinefina. El 5-hidroxitriptófano mejora los niveles de serotonina en el cerebro, otros nutrientes como fenilalanina o tirosina pueden aumentar los niveles de noreprinefina, y la S-adenosylmetionina (SAM) puede ser efectiva para reducir el dolor crónico".
En el control de enfermedades agresivas es necesario mantener una óptima producción de moléculas colágenas para lo que, opina, es imprescindible cantidades suficientes de vitamina C, que controla y regula su producción, así como la presencia de lisina y prolina: "La lisina debe ser suministrada en la dieta ya que nuestro organismo no la produce y la prolina puede ser producida pero sólo en cantidades muy limitadas, además de que puede agotarse en enfermedades agresivas sobre el colágeno, por lo que también es recomendable un aporte dietético".
Generalmente quienes están afectados de fibromialgia son personas deprimidas, por lo que si es el caso también hay que tratar las alteraciones bioquímicas relacionadas con tal depresión.
Corrección alimentaria, depuración y reestructuración
En primer lugar y respecto a la dieta , la persona diagnosticada de fibromialgia ha de evitar grasas animales (ricas en ácido araquidónico, precursor de prostaglandinas proinflamatorias) y vegetales procesadas o hidrogenadas (preoxidadas y trans, muy nocivas) y café, té, alcohol, azúcar y derivados y tabaco (que estimulan las suprarrenales y pueden provocar agotamiento y pérdida de vitaminas y minerales).
Debe evaluarse una posible intolerancia a ciertos cereales, especialmente trigo y maíz pero también avena y centeno ("En las enfermedades degenerativas, reumáticas, autoinmunes crónicas e intestinales fuertes, deben eliminarse de la dieta todos los cereales, excepto arroz integral, trigo sarraceno, quinoa y mijo") y a los lácteos, ricos en ácido araquidónico y proteínas difíciles de asimilar.
Hay que controlar el consumo de carne, reducirlo y limitarlo únicamente a la de mayor calidad posible, preferiblemente buey y caballo, poco hecha y nunca en la cena. Legumbres con moderación. Debe consumir aceites vegetales de primera presión en frío y abundantes frutas frescas maduras, vegetales y hortalizas crudas y cocidas, e incluir como norma el consumo de proteínas vegetales, sobre todo las derivadas de la soja.
En segundo lugar Hernández Ramos enfatiza evitar la sobrecarga ponderal o sobrepeso.
El tercer paso es la detoxificación celular propiamente dicha, entre uno o dos meses, mediante detoxificantes hepáticos (por ejemplo, taurina, metionina, cisteína, glutatión, rábano negro, selenio, zinc, B6, B9), antioxidantes (vitaminas A, C y E, selenio, manganeso, zinc, resveratrol, viniferina, luteína, antocianos, B6 y B1,... ), higiene intestinal (enzimas, fibra, inulina, glutamina, citroflavonoides), estimulación emuntorial o depurativa (alcachofa, borraja, grosella, ulmaria, desmodium,... ) y vitamina C en dosis óptima. Hernández Ramos menciona la diarrea a la hora de precisar el límite de tolerancia de cada persona a la vitamina C.
En cuarto lugar, la reestructuración biológica, entre dos y seis meses, con antioxidantes (similares a los anteriores), cofactores enzimáticos (sobre todo grupo B y zinc), vitamina C en igual dosis, ácidos grasos omega-3 y omega-6, cóctel de oligoelementos, magnesio, calcio y potasio junto con sus cofactores.
Según cada caso concreto y en función de los antecedentes, órganos en disfunción, cronicidad, etc. , puede ser necesario mantener la acción de detoxificación hepática o de higiene intestinal. También, de manera opcional, puede ser conveniente el aporte de aminoácidos (5-hidroxitriptófano, lisina, prolina, tirosina, fenilalanina,... ) o, como última fase, la diatermia conductiva capacitiva, ondas basadas en la electromedicina o aparatología médica no agresiva frente al dolor y la inflamación.
Para terminar, y de una manera general, siempre han de tenerse en cuenta y ser valorados los factores emocionales subyacentes, que pueden complicar la recuperación e incluso representar un factor importante del origen del problema de la fibromialgia .
También debe prestarse atención a la resolución de los problemas del sueño, que aunque lógicamente deben mejorar con el planteamiento descrito, pueden quizás requerir otras acciones específicas, de mano de la fitoterapia, por ejemplo con pasiflora, etc. , o de la relajación sicosomática, sofrología, etc.
Así como la práctica de ejercicio físico saludable y en consonancia con la edad y circunstancias propias de cada caso. O el recurso a la osteopatía estructural o sacrocraneal, o la electroestimulación de baja frecuencia.
NUTRICIÓN ORTOMOLECULAR
"... El término ortomolecular lo utilizó por primera vez en 1969 el matemático, físico y bioquímico norteamericano
Linus Pauling , al citar en la revista Science los trabajos realizados por el Dr. Hoffer, quien había tratado a pacientes psiquiátricos con suplementaciones proteicas, vitamina C y B3 en cantidades superiores a lo convencional. Linus Pauling definió la nutrición ortomolecular como la técnica que conserva o recupera la salud óptima variando las concentraciones de sustancias que de manera natural están presentes en nuestro organismo y que son imprescindibles para la buena salud,..."
"Se trata de una verdadera corrección bioquímica utilizando nutrientes esenciales naturales, presentes en nuestro organismo, tales como aminoácidos, minerales, oligoelementos, enzimas y ácidos grasos. Estos no pueden ser considerados medicamentos, ni por concepto, ni por acción, ni por composición, ya que basándose en el conocimiento de la biología molecular, consiste en aportar estos nutrientes para restaurar la integridad bioquímica de la persona, favoreciendo la activación de las reacciones enzimáticas y aumentando la resistencia orgánica, con el objetivo de preparar un frente ante la oxidación celular y de los tejidos,... La nutrición ortomolecular ratifica, con el respaldo de la biología nutricional y molecular, el antiguo dicho: somos lo que comemos,..."
Tres pilares del tratamiento en fibromialgia
Dolor osteomuscular generalizado y crónico, acompañado de fatiga, problemas gastrointestinales, sensación de hormigueo o entumecimiento en distintas partes del cuerpo y trastornos del sueño pueden ser señales de fibromialgia, una patología reumática bautizada como la “enfermedad invisible” porque muchas veces sus síntomas no se aprecian a primera vista o tardan en salir a la luz.
El hecho de ser una enfermedad que produce alteraciones sensitivas y emocionales en áreas cerebrales que regulan las sensaciones y que, por lo tanto, dificulta a los que la sufren el desarrollo normal de sus actividades diarias a causa del exceso de dolor en el aparato locomotor, hace que en su abordaje se vean involucradas distintas especialidades médicas.
Hoy por hoy, la fibromialgia afecta en nuestro país a entre el 2,1% y el 5,7% de la población adulta. “Nos encontramos ante una enfermedad que constituye un grave problema sanitario, no sólo por su elevada prevalencia, sino también porque ocupa entre el 10 y el 20% de las consultas de Reumatología y casi el 8% de las de Atención Primaria”, comenta Milena Gobbo, de la Unidad de Investigación de la Sociedad Española de Reumatología.
La unión de representantes de las diversas especialidades médicas relacionadas con esta patología y, por tanto, de sus diferentes puntos de vista, ha logrado que el ‘Consenso interdisciplinar para el tratamiento de la fibromialgia’ que han elaborado conjuntamente sea un documento de gran valor, que se ha enfocado en individualizar las terapias lo máximo posible.
Tratamientos diferenciados
“Sin duda alguna, no se puede tratar a todos los pacientes con fibromialgia como una entidad única, puesto que a cada uno se le presenta la enfermedad de una forma diferente y su desarrollo no es igual en unos y en otros”, explica la experta, que ha participado en la elaboración de este documento. “En este sentido, es más apropiado utilizar clasificaciones donde existan subgrupos de pacientes con características distintivas, y así el tratamiento podrá ser mucho más apropiado y acertado”.
Este consenso apuesta por una aproximación realista de la enfermedad, donde prima su utilidad para la práctica clínica diaria, por lo que, utilizando las muchas clasificaciones que ya se han hecho sobre las tipologías de pacientes, marca tres subgrupos claramente diferenciados por sintomatología, con el fin de sistematizar los tratamientos más eficaces para cada grupo y desechar un tratamiento único para todos los pacientes.
“Hemos de tener en cuenta que en el abordaje de la fibromialgia existe un pilar fundamental basado en el ejercicio físico, la rehabilitación y el pensamiento positivo hacia la enfermedad”, comenta Milena Gobbo. “Asimismo, hay que resaltar que ante esta patología no existe ni un diagnóstico de certeza ni un tratamiento curativo y lo que se intenta es paliar y mejorar la calidad de vida del paciente, por eso creemos fundamental enseñar a convivir con la enfermedad”.
Aunque también es importante, la terapia farmacológica, queda en un segundo plano dependiendo de si en el paciente priman más la ansiedad y depresión, el control del dolor o su sensibilidad hacia él. En este sentido, el documento hace gran énfasis en la no utilización de AINEs ni paracetamol en el tratamiento de este dolor, por su falta de eficacia.
“La implicación de Atención Primaria en este proyecto ha resultado fundamental para intentar abordar al paciente desde un primer momento con el tratamiento correcto”, insiste. “Hoy por hoy el 90% de las personas que llegan a las consultas de Reumatología derivados desde el primer nivel asistencial ya trae consigo un tratamiento farmacológico, por lo que es importante que estos médicos estén concienciados de que estos fármacos no son válidos para fibromialgia”.
Nuevos criterios de clasificación
El último congreso de EULAR (Liga Europea Contra las Enfermedades Reumáticas) celebrado el pasado mes de junio en Roma, sirvió para poner sobre la mesa los nuevos criterios de clasificación de la fibromialgia. Estos son mucho más específicos que los existentes hasta el momento –marcados por el American Collegue of Rheumatology (ACR)- y con los que podía ocurrir que pacientes que no sufrían la enfermedad fueran diagnosticados de ella y viceversa, ya que tenían en cuenta principalmente el dolor y los puntos gatillo.
“En este tipo de patologías no existe una prueba diagnóstica que nos indique de forma cien por cien fiable que el paciente padece fibromialgia, por lo que tenemos que recurrir a criterios diferentes, como las escalas de dolor o de calidad de vida”, apunta la especialista. “Con los criterios anteriores de la ACR puede haber un sobrediagnóstico de la enfermedad en algunos casos, y en otros puede que pacientes que sí sufren fibromialgia no sean diagnosticados como tales”.
Éste es uno de los motivos por los que en estos nuevos criterios de clasificación se han incluido muchos aspectos de la sintomatología de esta patología reumática, como la fatiga o los trastornos gastrointestinales.
Para concluir, Milena Gobbo ha querido resaltar la importancia de aglutinar en un solo documento la opinión de diversas especialidades médicas, ya que “hasta ahora, cada especialista lo abordaba desde su enfoque y, por tanto, haciendo hincapié en su propia especialidad. Sin embargo, ahora se puede tratar de forma holística, es decir, en conjunto teniendo en cuenta todos los puntos de vista”. ..
Una alimentación equilibrada aportará la energía, las vitaminas y los minerales imprescindibles para mejorar la calidad de vida del enfermo y evitar la aparición de complicaciones por carencias o excesos.
Una dieta rica en vegetales, rica en potasio, cinc, silicio y selenio y pobre en grasas y proteínas de origen animal ayuda a mantener los músculos y los tendones en buen estado y pueden ayudar a disminuir la sensación de dolor.
Los enfermos de fibromialgia debemos aportar una ingesta suficiente de calcio a través de la alimentación e incluso a través de suplementos ya que una baja concentración de este en sangre es responsable de la aparición de espasmos musculares.
El magnesio interviene en el proceso de la contracción muscular y su carencia provoca estremecimientos musculares y calambres además de apatía y debilidad.
Es frecuente incluir en el tratamiento el uso de suplementos de vitaminas antioxidantes como la vitamina A, C y E para combatir el estrés y reforzar el sistema inmune
ALIMENTOS RECOMENDADOS
A lcalinizantes (ricos en potasio, calcio, magnesio y sodio). Entre las más importantes están la lechuga, las endibias, la escarola, el perejil, el plátano, el mijo, las almendras, el maíz, las castañas, etc.
Ricos en ácidos grasos omega 3: pescados azules, aceite de linaza, de cánola, de nuez, de soja, de germen de trigo y de avellana.
Frutas frescas, frutos secos y semillas (ricos en antioxidantes, calcio y ácidos grasos omega 3): manzana, pera, almendras, avellanas, sésamo.
Contrariamente a lo que se piensa, las frutas ácidas (el limón, por ejemplo) no suelen ser acidificantes, ya que su digestión deja como residuos minerales alcalinos.
Verduras y hortalizas -ricas en calcio, vitamina C, ácido fólico y betacarotenos-: zanahoria, cebolla, apio, col.
Cereales integrales - ricos en selenio, vitaminas del grupo B y fibra-: trigo, avena, centeno, etc.
La soja y sus derivados -aportan proteínas, calcio, hierro, yodo, magnesio, potasio, fósforo, ácido fólico y vitaminas del grupo B-.
Algas -ricas en calcio, magnesio y otros oligoelementos que facilitan la absorción
ALIMENTOS NO RECOMENDADOS
Acidificantes: - ricos en fósforo, azufre y cloro-. Entre los más destacados están los que contienen aditivos y edulcorantes, las harinas refinadas, las conservas.
Ricos en oxalatos: espinacas, acelgas, remolachas.
Ricos en grasas saturadas:carnes grasas, embutidos, mantequilla, lácteos enteros.
Ricos en purinas:vísceras, carnes rojas y mariscos.
Vegetales solonáceos
contienen solanina, una toxina que actúa sobre los enzimas formadores de los músculos aumentando la inflamación y causando dolor-: tomate, patata, pimiento, berenjena.
El alcohol, la cafeína, la sal y los azúcares refinados-irritan los músculos y son estresantes al sistema inmune-.
Cuando hay acidosis por el abuso de estos alimentos aparecen síntomas como la falta crónica de energía, sabor agrio y viscoso al despertar, propensión a la fatiga y el frío, tendencia a la depresión, encías inflamadas y sensibles, caries, cabello sin brillo y su caída, piel seca y agrietada, uñas frágiles y quebradizas, calambres y espasmos musculares, problemas osteoarticulares, aumento en el depósito de cristales en las articulaciones y su inflamación, propensión a sufrir infecciones y músculos dolorido.
CONSEJOS DE ALIMENTACIÓN RECOMENDABLE
F raccionar la ingesta diaria en 4 comidas para un buen reparto de las calorías. No saltarse ninguna comida ni “picar” entre horas.
Comer en un ambiente relajado y sin prisas.
Aumentar el aporte de fibra alimentaria a través del consumo de un mínimo de 5 raciones de verduras y frutas (en caso de diarrea seguir dieta astringente). No abusar de los alimentos más flatulentos en caso de meteorismo: legumbres, col, coliflor, coles de bruselas, alcachofas, nabos, cebolla y manzana cruda, melón, sandía, chocolate, frutos secos y setas.
Optar por carnes blancas (pollo, pavo, conejo) y pescados (mínimo dos veces a la semana pescado azul) frente al abuso de las carnes rojas y muy grasas.
Utilizar cocciones ligeras como el horno, la plancha, el vapor, el papillote o el hervido y limitar las más grasas (fritos, rebozados, empanados) a ocasiones especiales.
Reducir el aporte de azúcares refinados presentes en caramelos, pasteles, azúcar de mesa, bebidas azucaradas, etc. Y aumentar el consumo de los azúcares complejos presentes en los cereales, legumbres y patatas (aportarán la energía necesaria).
Utilizar como fuente principal de grasas el aceite de oliva y de semillas (no cocinar con manteca ni mantequilla).
Beber suficientes líquidos (alrededor de 2 litros diarios). No abusar del alcohol.
Mantener un peso adecuado.
Realizar ejercicio físico moderado y adaptado…