Sin embargo, sólo la identidad de composición no sería suficiente para demostrar las propiedades terapéuticas concretas del plasma marino. En efecto, el estudio del mundo vivo demuestra que la simple naturaleza de un elemento no determina sus propiedades biológicas, sino la forma y la estructura específica en que está presente. La bioquímica se distingue de la química mineral no por la naturaleza de los átomos estudiados sino por la de las estructuras propias de la materia viva en que sus átomos están asociados. La bioquímica revela que la actividad de las moléculas depende esencialmente de su configuración espacial, por citar sólo un factor cuya importancia es determinante cuando se estudia los enzimas, las hormonas, los ácidos nucleicos, etc. Por tanto la composición del sustrato mineral en que estas moléculas orgánicas se sitúan tiene una importancia determinante sobre su actividad biótica.
Cuando estudiamos la estructura química del agua de mar, de la que desconocemos muchos aspectos, resaltan dos constantes.
Por una parte, las sales que componen la matriz salina de las aguas marinas tienen un producto de solubilidad distinto al de las mismas sales disueltas en agua destilada. Por tanto la hidratación de las sales marinas no se debe sólo a su naturaleza específica, sino que debe sus propiedades particulares a la transformación de estos elementos en el interior de los ciclos del ecosistema. Se puede hablar de la dinamización de los elementos marinos. De hecho, la matriz salina de las aguas marinas constituye un medio natural único que es prácticamente imposible reproducir de modo artificial. Esta hidratación específica de las sales condiciona las características físicas de la misma agua, sustrato del metabolismo.
Desde un punto de vista terapéutico, es precisamente la forma específica de los oligoelementos y de las sales minerales lo que nos interesa, porque buscamos la acción que ellos inducen. Esta es la hipótesis fundamental en que se basa todo el estudio del concepto de plasma marino y que fue presentada por primera vez en 1897 por René Quinton: «Hay una identidad fisiológica entre el plasma marino y el plasma humano», es decir que el plasma marino tiene la misma aptitud que el plasma humano para servir de soporte mineral a la vida celular. No se trata en absoluto de una simple solución salada cuya composición se acerca a la del líquido extracelular, sino de un auténtico suero fisiológico en perfecta ósmosis con el medio interno, que satisface totalmente las necesidades minerales de las células.
La experimentación.
La experimentación biológica se muestra indispensable para a demostrar el efecto fisiológico de una solución mineral.
La práctica médica, más que cualquier otro experimento, ha demostrado lo bien fundado de esta hipótesis.
Recordemos que ha existido una práctica médica a gran escala, principalmente en Francia entre 1910 y 1945. Los resultados son elocuentes y no es necesario nada más para demostrar las sólidas bases del método. El propósito de este trabajo es más ayudar a comprender mejor porqué y cómo el concepto de plasma marino es un triunfo médico de primer orden, tanto en la práctica cotidiana como en la medicina de urgencia. Se dieron millones de inyecciones, principalmente en los dispensarios marinos creados por el Dr. Jarricot y Quinton. El número de niños salvados fue tal, que se les llamó «bebés Quinton». Por otra parte el uso de este producto sólo se interrumpió por razones económicas y técnicas externas a cualquier motivo terapéutico. Hoy un laboratorio farmacéutico vuelve a envasar este agua dándole el nombre de Quinton® Hipertonic a la concentración al 33%o y de Quinton® Isotonic a la concentración al 9%o, correspondiente éste al antiguo y ya gastado «Plasma de Quinton».
Desde el punto de vista biológico se han llevado a cabo diferentes experimentos y en particular, la medida de la actividad y de la supervivencia de glóbulos blancos en varios tipos de soluciones salinas. El glóbulo blanco es un indicador especialmente interesante del medio interno porque vive y se desplaza en él de forma autónoma, sin estar sujeto, como las otras células, a un tejido específico. Los diversos experimentos realizadas han demostrado que el tiempo de supervivencia de los glóbulos blancos en un plasma marino correctamente preparado es superior al observado en cualquier otro preparado mineral y el único medio en que los glóbulos blancos se han multiplicado.
Principios de acción terapéutica.
El uso del plasma marino en sus diferentes formas es un método en sí mismo. La dosis, la frecuencia, la vía de absorción, la duración, etc. determinarán la eficacia del tratamiento. Sólo una aplicación correcta permite obtener los resultados terapéuticos esperados.
La acción terapéutica puede considerarse en torno a tres ejes: la acción plástica y mecánica del plasma marino, que garantiza una reposición hidroeléctrica; la acción catalítica y funcional de los oligoelementos; y la regeneración celular. Estas tres acciones escogidas son tres aspectos del efecto general del método marino, que actúa en particular como un todo, a través del conjunto de los minerales, que sinérgicamente catalizan el metabolismo.
1. La recarga hidroelectrolítica.
Esquemáticamente, las sales, a través de mecanismos de presión osmótica y de la regulación renal, van a asegurar el balance hídrico del organismo. El efecto mecánico del plasma marino como agente de rehidratación es inmediato. El Dr. Mouezy-Eon dice: «El sodio es la sal que regula la entrada de agua en el protoplasma y el núcleo celular y sin duda permite secundariamente asimilar o retener las otras sales». Sin embargo su acción es mucho más profunda que la obtenida con una simple solución de cloruro de sodio al 9%o. Como escribe el Dr. Jarricot: «Todo sucede como si con las inyecciones de agua de mar fuera restablecida la capacidad de los tejidos para retener agua».
Esta acción afecta directamente a los problemas de nutrición, de asimilación y de eliminación. Permite asegurar un tratamiento hidro-electrolítico en las patologías agudas siguientes: deshidratación, diarreas agudas, shocks hipovolémicos, quemaduras y reanimación pre y postoperatoria. Permite también regular las patologías crónicas graves con carencias, desmineralización y espasmos.
La experiencia ha demostrado que el plasma marino es un aliado valioso en diarreas, especialmente infantiles, así como en dos grandes patologías que provocan una deshidratación profunda: el tifus y el cólera.
2. El reequilibrio funcional enzimático.
Mientras la recarga hidro-electrolítica afecta directamente al medio interno, la acción funcional del plasma marino se sitúa en la actividad citoplasmática. Los oligoelementos afectan al conjunto de ciclos metabólicos, generales y específicos, por ejemplo modificando las estructuras, las secreciones hormonales y la producción de anticuerpos.
Cuando se habla de la acción de los oligoelementos, hay que tener en cuenta la forma en que se hallan. Recordemos su efecto en dosis ínfimas, la multitud de interacciones puestas en juego y la variedad de elementos necesaria. La calidad de los elementos asimilados es más importante que su simple presencia. Los minerales marinos en forma de plasma marino tienen una biodisponibilidad excepcional. El plasma marino contiene los 92 elementos utilizados por el metabolismo, de una forma completa, equilibrada y asimilable.
El impacto terapéutico es por tanto considerable, puesto que la mayoría de las enfermedades mantienen o desarrollan un desequilibrio electrolítico. Esto se aplica particularmente para las graves, en las que el tratamiento de terreno mineral se impone como un complemento a menudo inevitable. Según el tipo de formas utilizadas, la acción será diferente, aunque en conjunto se la pueda considerar como una catálisis del metabolismo mineral y una regulación o restablecimiento del metabolismo mineral. Se va poder, pues, actuar sobre los bloqueos enzimáticos, la anemia, la inmunidad y los procesos infecciosos, etc.
En esto el plasma marino es único para inducir el equilibrio mineral.
3. La regeneración celular.
Renovando el medio interno e induciendo el equilibrio mineral, el plasma marino contribuye a reforzar el equilibrio del organismo. El tercer aspecto de su acción, la regeneración celular, puede situarse al nivel del núcleo celular. Las modificaciones del medio interno serán trasmitidas gradualmente hasta la mitocondria, el cromoplasto y, por supuesto, el núcleo, donde ocurrirán de nuevo cambios en el microentorno de las secuencias del ADN. La dinamización de los elementos marinos y la calidad de su presencia es más determinante que en ninguna otra parte. Recordemos la acción de los elementos metálicos incluso en el material genético y la importancia de la forma de los oligoelementos necesarios para un desarrollo óptimo de la transcripción ADN-ARN.
Hoy existen numerosos trabajos dedicados a la estructura del agua, soporte de fenómenos vitales, y su importancia. Más precisamente aún, el estudio del plasma marino, constituido por agua, y por sales minerales y oligoelementos, conduce a la consideración de que es la matriz fundamental de fenómenos biológicos, tanto oceánicos como humanos.
Este trabajo abre la puerta al estudio de su aplicación en otras enfermedades: la senescencia de los procesos degenerativos y las llamadas enfermedades de la civilización.
En conclusión, el plasma marino, actuando en la parte más básica del metabolismo de manera decisiva e inmediata sobre el estado fisiológico del plasma mineral humano, tiene un nivel de acción único que le es propio. Comprender este nivel de acción único es la clave que permite razonar sobre su uso terapéutico. El plasma marino no va a actuar contra tal o cual síntoma, sino que va a contribuir al buen funcionamiento del metabolismo. Regenera el medio interno favoreciendo de este modo la actividad celular, y toda la economía del organismo se endereza.
Aplicación inespecífica.
Al actuar sobre la base de los mecanismos fisiológicos, la acción del plasma marino es inespecífica. El mismo mecanismo se encuentra en diferentes procesos. La decisión de administrar plasma marino en solución isotónica viene determinada por la similitud de las causas, no de los síntomas. He aquí una aproximación, no exhaustiva, a los mecanismos que se encuentran en diferentes procesos patológicos (inflamación, infección) y al aspecto funcional de los oligoelementos.
1. Aspecto funcional de los oligoelementos.
La función de los oligoelementos en el organismo es triple. En primer lugar estructuran la materia viva. Por ejemplo el zinc, por medio de las proteínas dedo («finger») de zinc, influye en la regulación de los genes y por tanto en la multiplicación y la diferenciación celular. Las enfermedades carenciales están vinculadas a este aspecto.
Como la afinidad a un catión dado varía de un metaloenzima a otro, la carencia de uno de estos metales acarreará la aparición progresiva de síntomas, en la medida en que aumente el número de circuitos enzimáticos cuya cinética esté perturbada. Es importante, pues, mantener no sólo una concentración óptima de cada oligoelemento sino también vigilar las concentraciones entre los diferentes elementos.
En tercer lugar, en concentración ínfima, los oligoelementos tendrían una acción energética, un efecto desensibilizador.
La administración terapéutica de los oligoelementos no debe, pues, estar ligada únicamente a las carencias. Como escribe Ménétrier: «Entonces tendríamos que admitir que los comportamientos de casi todos los individuos y que toda la evolución del ciclo natural de envejecimiento se basan en una carencia», y añade: «Dada la capacidad y la eficacia de este efecto, existen pues unas condiciones particulares que dan a los oligoelementos un efecto de catálisis y no de corrección de la carencia».
Más allá de la simple recarga mineral para la que es muy eficaz, el plasma marino tiene un impacto funcional considerable. Reúne el conjunto de aspectos para una actividad óptima de los oligoelementos en el organismo. Esto muestra la profundidad de su actividad integral. Más que el impacto específico de tal o cual elemento, se busca el equilibrio general. Por otra parte no hay antagonismo entre el hecho de prescribir un elemento para un fin específico, en combinación con un tratamiento para el equilibrio general: los dos se refuerzan.
2. Procesos infecciosos e inmunidad.
Ciertos oligoelementos tienen una función fundamental en los mecanismos celulares que regulan los procesos inmunitarios. Actúan en el nivel de la actividad citotóxica macrofágica y de la función inmunomoduladora. Su carencia o insuficiencia de su utilización por los enzimas puede encontrarse en numerosas afecciones que van de la gripe al cáncer, como han mostrado numerosos trabajos.
El desencadenamiento de las defensas inmunitarias humoral y celular (fagocitosis) aumenta las necesidades de ciertos elementos implicados en la lucha contra la destrucción celular. Los macrófagos liberan compuestos oxigenados, es decir radicales superoxidados, tóxicos para las células. Estos radicales retardan los intercambios y conducen a una alteración de la membrana de los corpúsculos celulares.
Estos procesos y la implicación directa de los iones metabólicos como elementos del proceso inmunitario explican las posologías recomendables para este tipo de patologías: de medias a fuertes, con preferencia clara por la vía rectal.
En los procesos infecciosos, el plasma marino actúa tanto a nivel funcional sobre el terreno orgánico como por implicación directa de iones metálicos en los mecanismos inmunitarios. Asegura la rehidratación necesaria en caso de diarreas infantiles de etiología viral o bacteriana. Es igualmente activo en la lucha contra los radicales libres y en la regulación de su producción. Su acción es específica y se aplica en cualquier parte del proceso.
3. Inflamación y radicales libres.
La inflamación, conjunto de fenómenos complejos que responden a una agresión local, desencadena automáticamente una serie de reacciones inespecíficas, cualquiera que sea la etiología: mecanismo vascular, mecanismo celular. Los fenómentos inmunitarios tienen una función importante e incluso pueden convertirse en el factor desencadenante.
Diversos oligoelementos están implicados en este proceso -cobre, zinc, selenio, manganeso- e intervendrán a diferentes niveles, sea modificando el automantenimiento del sistema proinflamatorio o impulsando la acción antiinflamatoria.
En general, la intensidad de la respuesta está correlacionada con la capacidad de activación local de las reacciones de defensa como:
- La secreción de citokinas (participan Cu y Zn).
- La liberación de mediadores lipídicos (participa Se).
- La producción de radicales libres oxigenados (participan Cu, Zn, Mn y Se).
El estudio sucinto del proceso inflamatorio muestra de nuevo la importancia de los circuitos de regulación y del mantenimiento de la homeostasis. Un complejo conjunto de reacciones encuentra ahí su equilibrio en función de la acción relativa de diversos oligoelementos. Estos fenómenos subrayan la importancia de un aporte equilibrante como el del plasma marino. Además éste constituye un factor de modificación del terreno necesario en los tratamientos de las patologías inflamatorias crónicas.
Bebiendo Mar:
Beneficios del mar en nuestra salud
1/3
2/3
3/3
Preguntas más frecuentes
Al ser tan numerosas las preguntas que recibimos a diario por e-mail, y al reducirse por ello cada vez más la posibilidad de contestar a todos uno por uno, he creído oportuno responder sistemáticamente y con la mayor claridad, a las más frecuentes. De este modo, aparte de que cada uno antes de preguntar podrá mirar si está respondida ya la pregunta que quería hacer, a la hora de responder los correos tendré la ventaja de poder remitir a las respuestas recogidas en esta sección, sin necesidad de extenderme sobre ellas.
1. ¿Dónde obtener agua de mar?
La respuesta a bote pronto es obvia: EN EL MAR. Pero hay que matizar. Muchos de los que hacen esta pregunta han oído hablar del suero o plasma de Quinton. Les suena que es agua de mar “tratada”, porque de entrada les parece algo increíble que el agua de mar tal como podemos recogerla directamente del mar, tenga tantísimas propiedades.
Si hablamos del suero o plasma de Quinton y de muchos otros preparados con agua de mar (incluida la envasada en botellas de medio litro a un litro), hemos de especificar que se encuentra en las farmacias. Tenemos por tanto agua de mar en la farmacia y en el mar.
¿Cuál es la diferencia esencial entre ambas? La principal diferencia es que en el agua de mar de farmacia, la firma que la envasa ofrece todas las garantías sanitarias que se exigen para suministrar agua para beber. Hay por tanto alguien respondiendo de la calidad sanitaria de esa agua. Y por supuesto, eso tiene un precio.
En cambio, respecto al agua de mar que tomemos nosotros directamente del mar, la garantía sanitaria nos la hemos de buscar nosotros mismos. Somos nosotros quienes nos hemos de asegurar de que el agua que captamos del mar, no está contaminada.
2. ¿Cómo podemos saber si el agua que tomamos del mar está contaminada o no?
Es cierto que el mar sufre numerosos episodios de contaminación. Pero estamos muy lejos de poder afirmar que es peligroso tomar directamente agua del mar porque éste está mayormente contaminado. Eso no es así.
Tenemos dos clases de criterios para saber si podemos recoger agua de mar con confianza en un lugar determinado: unos indirectos y otros directos.
Criterio indirecto, pero en principio bastante certero sobre la fiabilidad sanitaria del agua de mar, son los controles diarios que hacen las autoridades sanitarias en las playas bajo su control. Cuando colocan en la playa BANDERA VERDE significa entre otras cosas que habiendo realizado el preceptivo análisis bacteriológico, han comprobado que no hay en el agua gérmenes patógenos. Por consiguiente, si sufre uno un revolcón por una ola y se pega una buena bocanada de agua, se le podrá romper un brazo, según sea el revolcón, o podrá sufrir una diarrea si la bocanada es cuantiosa; pero no pillará una infección, porque no hay con qué. Es fácil concluir de ahí que si las autoridades sanitarias garantizan que te puedes pegar un trago sin riesgo, también puedes cargar ahí mismo una botella o una garrafa de agua y llevártela para casa, sin riesgo alguno de contaminación por beber esa agua.
Donde no hay ese control sanitario, no es prohibitivo hacérselo uno mismo. Elija un lugar donde le conste que no hay vertidos ni industriales ni urbanos. Recoja de ahí varias garrafas de agua, y lo más probable es que la esté recogiendo de calidad. Para asegurarse, tome una muestra de esa agua y envíela al laboratorio o a la farmacia para que le hagan un análisis bacteriológico estándar para comprobar su potabilidad. Con sólo una recogida de varias garrafas, amortiza de sobras el precio del análisis (muy asequible) y tiene la tranquilidad absoluta de que el lugar que usted ha elegido para proveerse de agua de mar, es fiable. Si por cualquier circunstancia le asaltan las dudas, vuelva a hacer el análisis.
3. ¿Y los metales pesados, y los venenos, y los demás vertidos?
No vamos a negar la contaminación no ya del mar, sino de todas las aguas, de los suelos, de la atmósfera, porque ahí está. Pero lo que tampoco haremos, es estar echándole nosotros mismos, cada uno de nosotros mediante los motores de combustión, venga veneno al aire que respiramos; y mientras hacemos esto, dedicarnos a llorar la contaminación del mar (que nos cae más lejos y son otros quienes lo contaminan), o la del espacio extraterrestre, que haberla, hayla, y que nos cae aún más lejos.
Contaminación, hay la que hay, y hemos de aprender a manejarnos con ella, como nos manejamos (¡tan ricamente!) con los pesticidas, insecticidas y fertilizantes, que antes de contaminar las tierras, las aguas y finalmente el mar, han contaminado la comida que nos llevamos a la boca. Pero de momento, las cosas son así: o vivimos con esos recursos malditos, o no vivimos.
¿Y en el mar? Pues resulta que el mar es la inmensidad de la tierra, y por ahora su estómago, sus pulmones, su hígado, sus riñones y muy probablemente, su cerebro. Aparte de la insondable inteligencia del agua (añádele el más completo cóctel de sales, y será el no va más de la sapiencia); aparte de eso, el mar tiene una altísima salinidad comparativa (36 por mil). Asociemos sal a incorruptibilidad; asociemos sal a conductividad; asociemos sal a metabolismo y podremos hacernos una idea del inmenso trabajo que hace el mar en el planeta, en la biosfera, gracias a su alta salinidad. No hay en todo el planeta, nada capaz de plantarle batalla a la salinidad del mar y vencerla. Ni lo hay, ni lo habrá. Bástenos observar que el mar no ha hecho más que incrementar su salinidad. Por algo será. Nosotros, con la inmensa mayoría de los vivientes, nos hemos quedado con la salinidad arcaica de 9 por mil, la del mar primigenio en que se originó la vida. El mar actual la cuadruplica y por tanto nos cuadruplica en algo tan sumamente vital como la sal.
Pero es que el mar tiene además otra característica extraordinaria, increíble, que le defiende de cualquier agresión: el mar tiene un movimiento interno tan perfecto, es una batidora tan sumamente eficiente, que la dispersión de las sales que contiene es homogénea en todos los mares del mundo. Por su contenido en sales y elementos, cada gota de agua del mar es igual a otra gota, proceda del mar que proceda. Varía la densidad, básicamente a causa de la temperatura, pero no la composición. El mar es uno. Por eso los vertidos al mar, sean los que sean, tienden a dispersarse y por tanto a convertirse en nada en su inmensidad.
Pero aún hay un tercer factor en el mar, que lucha con una eficacia avasalladora contra cualquier intento de corrupción de sus aguas: es la altísima densidad microbiana. El agua del mar bulle de vida microscópica, ávida de alimento. Los microorganismos que la pueblan, acaban con todo: nunca falta un especialista en la ingestión y consiguiente vitalización de cualquier cosa que le echen. Los microorganismos del mar luchan denodadamente por compatibilizar con la vida todo lo que está a su alcance.
Y por si faltaba algo, está el pH. No es por nada, pero resulta que nuestras enfermedades prefieren, y por tanto retroalimentan un medio ácido. Y mira por dónde, el agua de mar está en el polo opuesto: es alcalina. Frente a un pH en torno al 5 de las zonas enfermas de nuestro medio interno, el agua de mar nos ofrece un pH en torno al 8.5: mal han de vivir por tanto nuestros patógenos en contacto con esa agua.
Creo que todos éstos son motivos suficientes para que nos acerquemos al mar con confianza. A pesar de la acción humana contra él. Conozcámosla simplemente, y defendámonos de ella. No es tan difícil. Usando un mínimo de prudencia, el mar está a nuestro alcance.
Ya tengo agua de mar. ¿Qué hago con ella?
Realmente el agua de mar es un recurso de enormes posibilidades. Podemos usarla fría y caliente, en forma de agua, de vapor, de hielo y de gelatina. Podemos emplearla para beber, para baño, para higiene bucodental, para irrigaciones nasales, para inhalarla, para fricciones, para apósitos, para inyectar, en enema.
También en la cocina hace un papel extraordinario: desde su empleo como sal líquida, a complemento perfecto de cualquier jugo, infusión, cóctel, etc.
Vamos a pensar ahora sólo en una de sus muchas aplicaciones: en beberla. Si pensamos en beber agua de mar, hemos de elegir en principio si la beberemos hipertónica (sin rebajar) o isotónica (rebajada en la proporción 3+1: 3 partes de agua dulce, más 1 de agua de mar). Tanto en una forma como en otra, se puede mejorar el gusto añadiéndole zumo de limón. Y sea cual sea el formato, hay que decidir si se toma mucha de golpe o se va tomando a pequeños tragos.
Para decidir eso conviene saber básicamente si se prefiere usar el agua de mar como purgante (laxante por tanto) o como nutriente. En el primer caso, la mayor parte de las sales ingeridas, se pierden. En el segundo caso, se retienen totalmente. Para la primera opción va mejor el agua sin rebajar y tomada lo más seguida posible. A estos efectos se suele preferir tomarla en ayunas. Si se pretende beberla como nutriente, puede hacerse o convirtiéndola en isotónica o directamente hipertónica. Tanto en un caso como en otro, hay que procurar beberla a pequeños sorbos si es hipertónica y a pequeños vasos si es isotónica espaciados entre sí para evitar que la acumulación de sal en el intestino tenga efecto laxante.
En cuanto a la cantidad, si tenemos en cuenta por una parte la sal que ingerimos, y por otra la excelente calidad de esta sal (muy compensada por la gran variedad de elementos que la componen), un cuarto de litro será una buena cantidad de referencia, puesto que no representan una carga excesiva para nuestro organismo sus 9 gramos de excelente sal. Excepto que se tengan problemas renales o de hipertensión, en cuyo caso habría que empezar por cantidades menores y estar muy atento a las reacciones del organismo.
En cualquier caso, lo ideal es que el agua de mar desplace a cualquier sal que se consuma en la cocina, con lo cual se mantiene el equilibrio salino.
Hace unos días tuve la fortuna de poder pasar unas horas con Ángel Gracia , una persona increíble que experimenta , investiga y divulga los conocimientos de Rene Quinton (1.904), sobre los beneficios del agua de mar como alimento y medicamento de humanos , plantas y animales.
donde en cierta forma desenmascara toda una serie de dietas comerciales donde no van a la causa de la obesidad; “Manual del Naufrago” es otro libro con el que intenta convencer a organismos como la ONU, como evitar la muerte de mas de 200.000 personas que cada año mueren de sed, naufragando en emigraciones desesperadas y por desconocer como beber el agua de mar .
De este encuentro salió su ofrecimiento de hacer un taller sobre estos temas en mi ciudad , Balaguer , el día 26 de Marzo de este año 2011 a las 4 de la tarde en la sala de actos del Ayuntamiento de Balaguer, donde hablaremos de cómo la industria farmacéutica se ha apropiado de la idea inicial de Rene Quinton vendiendo “Suero salino Quinton”, cuando cualquiera se lo puede hacer diluyendo una parte de agua de mar con cinco de agua dulce. Si se añade un limón por litro y un poco de Stevia tenemos casi gratis Gatorade y Acuarius, pero bueno de verdad. Hablaremos también de cómo aplicar agua de mar a la cría de animales para mejorar su salud, al cultivo de plantas y como no, como hacer del agua de mar un instrumento nutritivo y saludable en humanos. ¿Cuántos millones de personas mueren de hambre y según Quinton y Ángel Gracia podrían vivir con poco alimento, si supieran como utilizar el agua de mar debidamente?
EL PROBLEMA CON EL AGUA DE MAR ES QUE CASI TODOS LOS ACADEMICOS, LOS CIENTIFICOS Y LOS “ESPECIALISTAS” EN LAS DENOMINADAS CIENCIAS BIOLOGICAS (MEDICOS, FARMACEUTICOS, SANITARISTAS, BIOLOGOS, OCEANOGRAFOS, METEREOLOGOS, HIDROLOGOS, EDAFOLOGOS Y UN LARGO ETC.) DESCONOCEN LAS CARACTERISTICAS DEL AGUA DE MAR QUE RENÉ QUINTON DESCUBRIO EN 1904. YA QUE ESTOS “ESPECIALISTAS SON VICTIMAS DE SU LEMA FUNDAMENTAL “LO QUE YO NO SE, NO EXISTE”.
LOS CATEDRATICOS EN LAS UNIVERSIDADES LES ENSEÑAN SUS “VERDADES” (CASI TODAS OBSOLETAS EN EL CAMPO DE LA BIOLOGAIA) BAJO UNOS PARADIGMAS, DOGMAS CIENTIFICOS, Y HASTA MITOS FOLKLORICOS, QUE OBLIGAN A SUS ALUMNOS A APRENDER TODO LO QUE NECESITAN EXPLOTAR LOS CORRUPTOS DE LAS CIENCIAS BIOLOGICAS, ESPECIALMENTE A LOS FARMACEUTICOS Y LOS MEDICOS (RESTRICCIONES APLICAN) BAJO EL LEMA DE QUE “ES MEJOR NEGOCIO CUIDAR LA ENFERMEDAD QUE CUIDAR LA SALUD”. Y YA ES SABIDO QUE:
DOGMAS CIENTIFICOS + CORRUPCIOn = TERRORISMO ACADEMICO Y CIENTIFICO
QUE LOS CIENTIFICOS Y ACADEMICOS TRANSFORMAN EN BIOTERRORISMO QUE PONE EN PANICO A LAS MASAS HAMBRIENTAS Y ENFERMAS CON TRUCOS BIOTERRORISTAS COMO LA FAMOSA PESTE AVIAR, CUYOS OBJETIVOS FUERON SEMBRAR EL PANICO PARA QUE LA GENTE SE VACUNARA Y COMPRARA EL “TAMIFLU” UN VENENO TOXICO QUE EN VEZ DE ACABAR CON UN SUPUESTO VIRUS, LO QUE HACIA ERA ACABAR ENFERMANDO AL QUE ACEPTABA LAS BARBARIDADES QUE LOS MINISTERIOS DE LA SALUD DE TODO EL MUNDO GLOBALIZADO DIFUNDIAN, PARA QUE SE ENFERMARA TODAVIA MAS CON LAS VACUNAS ATIBORRADAS DE MERCURIO, O QUE SE ENVENENARA, SI YA NO LO ESTABA, CON EL TAMIFLU Y SUS PRIMOS MEDICAMENTOS FARMACEUTICOS. EL VIRUS DE LAS “H” Y LAS “N” FUE EL PRODUCTO ENGENDRADO EN UNA ORGIA ZOOFILICA QUE ORGANIZARON UN CERDO, UN AVE Y UN “HUMANO (A) QUE, AFORTUNADAMENTE, UNA MONJA LLEGO A EXORCIZAR…
OTRA DAMA, LA DOCTORA ANITA PRIMAVESI, INVESTIGADORA SIN IGUAL DE LOS SUELOS DEMOSTRO QUE “TODAS LAS ENFERMEDADES COMIENZAN EN LOS SUELOS” (SUELOS ENFERMOS POR CULPA DE MONSANTO9, PRODUCEN PLANTAS ENFERMAS, ANIMALES ENFERMOS Y HUMANOS ENFERMOS; “GRACIAS” A LA CADENA ALIMENTICIA. PORQUE “SOMOS LO QUE SEMBRAMOS”. AFORTUNADAMENTE HAY QUIENES SIEMBRAN SALUD.
ANITA NOS DIJO EN UN CONGRESO EUROPEO DE AGRICULTURA ECOLOGICA CELEBRADO EN ALMERIA QUE LA CIENCIA ESTA EN QUIEBRA, Y CON ELLA TODOS LOS CIENTIFICOS, PORQUE PARA SER CIENTIFICO HAY QUE SER OCEANOGRAFO, METEROLOGO, HIDROLOGO Y EDAFOLOGO. Y EN ESE SACO METE DESDE LOS ESPECIALISTAS EN LOS SONARES Y CUESTIONES SUBMARINAS INCLUIDA LA VIDA MARINA (VEGETAL ANIMAL, MINERAL…); A LOS ASTRONAUTAS QUE PUEDAN AMERIZAR; PASANDO POR LOS METEREOLOGOS QUE HAN OLVIDADO QUE LAS NUBES Y EL AGUA QUE ESTAS DESCARGAN SE ORIGINAN EN EL AGUA DE MAR (LA MAS PURA Y MADRE DE TODAS LAS AGUAS, ADEMAS DE BIOGENA); O LLEGANDO A LOS HIDROLOGOS INCAPACES DE PLANIFICAR PARA RESOLVER EL AHORRO DE LA ESCASEZ DE AGUA (EL ORO AZUL), CAUSA DE LAS PROXIMAS GUERRAS SERAN MAS VIOLENTAS QUE LAS DE IRAK POR EL PETROLEO (EL ORO NEGRO); O TERMINADO EN LOS EDAFOLOGOS QUE ESTAN DEJANDO QUE LOS SUELOS SE COMPACTEN, ENFERMEN DE AXFISIA Y PERDAMOS LA POCA AGUA DE NUESTRAS LLUVIAS QUE SE DESLIZAN COMO POR UN TOBOGAN HASTA EL MAR… SIN SER APROVECHADAS, PORQUE LOS SUELOS ESTAN IMPERMEBILIZADOS/ ESTOS “CIENTIFICOS” SON ESPECILISTAS (YA SE SABE QUE ESPECIALISTA ES ALGUIEN QUE SABE CASI TODO DE CASI NADA Y CASI NADA DE CASI TODO) NO QUIEREN SABER NADA LOS UNOS DE LOS OTROS, MAS BIEN CUIDAN SUS PARCELAS CON TANTO CELO QUE MUCHAS VECES “INVESTIGAN” LAS MISMAS COSAS QUE OTRO DE SUS COLEGAS ESTA REMPITENDO EN LA PUERTA DE AL LADO DEL LABORATORIO EL QUE PASAN SUS DIAS MASTURBANDO EL TIEMPO (RESTRICCIONES APLICAN).
LOS COLEGAS, ESPECIALMENTE LOS MEXICANOS Y LATINOS, QUE QUIERAN SABER MAS SOBRE LOS TEMAS QUE PREGUNTAN CASI TODOS (OBTENCION DEL AGUA DE MAR, CONSERVACION, CANTIDAD, COMO BEBERLA Y EN QUE PROPORCIONES, O APRENDER A BEBER Y COCINAR CON EL AGUA DE MAR, LOS PUEDEN APRENDER ENTRANDO EN NUESTRA RED :www.aguademar.us y hacer CLICK EN LIBROS.
Cordialmente, Ángel Grácia
Extracto
PREFACIO
El Premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez escribió un libro titulado “Relato de un Náufrago” de gran transcendencia como testimonio para comprender el valor hidratante y nutritivo del agua de mar. Otro libro similar, pero autobiográfico del Dr. Alain Bombard, “Náufrago Voluntario”, es mucho más dramático por haber demostrado que solamente con el agua de mar, como bebida y alimento, él mismo sobrevivió en alta mar durante 14 días seguidos y, posteriormente, por otro período de 21 días más en su travesía de 65 días de Niza a las Antillas Holandesas su nutrición e hidratación fue, exclusivamente, la Sopa Marina (agua de mar con fito y zooplancton; ácidos nucleicos, ADN de los orígenes, aminoácidos esenciales, proteínas, grasas, hidratos de carbono y vitaminas; todos los minerales de la Tabla Periódica en su forma orgánica, ecológica, natural, biodisponible y panatómica; larvas y huevos de peces; y todo bajo la alcalinidad marina con pH 8,2).
En este libro por primera vez se dan a conocer las pautas recomendables para sobrevivir en alta mar, si una persona tiene la desgracia de ser víctima de un naufragio. Un náufrago puede vivir por largo tiempo hidratándose y alimentándose únicamente con agua de mar. Para ello, hemos investigado la fisiología y la anatomía comparadas entre los mamíferos marinos –ballenas, delfines y otros– y los humanos.
Ángel padre ha experimentado lo que significa ser náufrago, aunque su naufragio fue voluntario. Similar al que hizo Alain Bombard, pero por un período de tiempo mucho menor. Por dos veces fue náufrago en Fuerteventura, Islas Canarias. No es lo mismo ser náufrago voluntario, que verse obligado a vivir el terror de la noche eterna en un mar embravecido.
Aunque mi experiencia como náufrago voluntario es relativamente aproximada comparada con las sensaciones que puede experimentar un náufrago real, de todas formas, es lo suficientemente significativa como para sacar ciertas conclusiones y establecer unos parámetros que nos permitan salvar miles de vidas anualmente. Especialmente al considerar los temas de la hidratación –sed– y la nutrición –hambre– de un náufrago marino. En estos tiempos de grandes y efectivas comunicaciones internacionales el tiempo que permanece un náufrago en alta mar es cada vez menor. Por lo tanto, cualquier ayuda para saber sobrevivir en un naufragio hasta 10-12 días, como lo hizo el marinero colombiano Luis Alejandro Velasco, será de gran utilidad. El conocimiento de las características de la Sopa Marina es la clave más importante para la sobrevivencia en alta mar.
Existen mitos, paradigmas y dogmas científicos que el hombre ha convertido en casi leyes que, sin necesidad, sentencian a la pena de muerte a quien sea víctima de un naufragio. Gabo narra cómo la Armada Naval de Guerra de Colombia les tenía prohibido a sus integrantes beber agua de mar si, por desgracia, naufragaban en alta mar. Luis Alejandro Velasco fue uno de los 8 marineros de la tripulación del destructor Caldas de la Marina de Guerra de Colombia que el 28 de febrero de 1955 fue víctima del hundimiento durante una tempestad de la nave en la que viajaba. Y Velasco fue el único que sobrevivió al naufragio gracias a que decidió transgredir los reglamentos militares. Bebió agua de mar. Velasco, sin saberlo, fue un innovador rebelde que decidió ignorar los paradigmas y dogmas científicos sobre el agua de mar que, todavía en el año 2010, al igual que en el año 1632 –Papa Urbano VIII vs. Galileo–, son creencia general entre los científicos de la Ciencias Biológicas y, especialmente, los que se consideran como oceanólogos, como la dinastía Cousteau y sus seguidores con los que discutimos el tema que nos ocupa en el “Green Forum Oceans” , celebrado en julio del 2009 en Miami. Los que proponemos al agua de mar como MADRE DE TODAS LAS AGUAS Y DE LA VIDA en los diferentes Congresos Internacionales en los que participamos, somos calificados como ignorantes, charlatanes y brujos por los científicos de turno que se rigen por el dogma de: LO QUE YO NO SE NO EXISTE. Tal como también sucedió en mi última participación en la EXPOZaragoza2008. Todavía los HECHOS Y EL SENTIDO COMÚN no son el paradigma que rige a los científicos –hay excepciones, muy pocas– de los diferentes campos de la Biología, la Medicina, la Veterinaria, la Agricultura, la Ganadería, el Ambiente, la Oceanografía y similares. Sin olvidar que la Medicina no es una Ciencia, es una Arte.
Bote salvavidas Zodiac de 4,65m. x 1.90m utilizado por Bombard en su travesía de 65 días
La mente juega un papel decisivo y fundamental en un naufragio. “Pensar y ser es la misma cosa y somos lo que pensamos” (Parménides 500aC). Si nos han lavado el cerebro diciéndonos que si bebemos agua de mar se nos taparán los riñones y que, además, moriremos locos, inexorablemente este error de origen académico nos llevará a la muerte. Se ha demostrado que el 70% de los náufragos mueren al tercer día, víctimas de los paradigmas y dogmas académicos erróneos, o de los reglamentos marinos obsoletos. La deshidratación –sed– estando rodeado de agua, es la tortura más lacerante que sufre el náufrago. La sed insatisfecha desencadena la desesperación. La esperanza, sin fundamentos razonables, se diluye como las 118 sales marinas en el agua de mar, especialmente al llegar la noche.
Los científicos se han olvidado de que la primera célula salió del mar. Los mitos, paradigmas y dogmas científicos, que actualmente rigen las Ciencias Biológicas, les han inducido a pontificar sobre las características del agua de mar de la que afirman:
1) está contaminada
2) causa insuficiencia renal –tapa los riñones– y que
3) si un náufrago la bebe se vuelve loco, o se muere.
Todo lo cual es falso, ya que los hechos nos demuestran que el agua de mar:
a)es imposible que se contamine con microbios de procedencia terrestre, gracias a los fenómenos de la ósmosis y la homeostasis. De lo contrario los océanos serían auténticos estercoleros –por no utilizar otra palabra.
b)es diurética, y
c)hemos comprobado en naufragios voluntarios –soy uno de los testimonios–que Gabo y Bombard narraron la verdad de los hechos
Los médicos y sanitaristas no son capaces de darse cuenta de que los 3 EJES que rigen los fundamentos por los que ellos pretenden curar a sus pacientes son inherentes a las propiedades del agua de mar. Y gratis. Los 3 ejes son:
a)recarga hidroelectrolítica
b)reequilibrio de la función enzimática
c)regeneración celular
Para llegar a ser náufrago voluntario es imprescindible prepararse. Aunque para experimentar por un semana no hace falta tanto tiempo como el de un año que invirtió el médico Francés Alain Bombard antes de su periplo. Los mismos ensayos para “aprender a beber agua de mar” y a utilizar los trucos que emplean los mamíferos marinos en alta mar para alimentarse e hidratarse, se pueden hacer en mucho menos tiempo que el de un año con resultados satisfactorios. Una semana de preparación es suficiente.
Durante una semana se aprende a beber agua de mar. Se comprenden los mecanismos comparados que utilizan las ballenas, especialmente las denominadas misticetas que no tienen dientes, pero que tienen una barbas que les permiten capturar el contenido sólido diluido en la Sopa Marina, especialmente el fitoplancton y el zooplancton, o las larvas y huevecillos de los peces que todos son invisibles al ojo humano.
El proceso de hidratación de los mamíferos marinos es otro tema de gran trascendencia para preparar el naufragio voluntario.
El autor y a su nieta Grace beben agua de mar en las costas caribeñas
HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE DOS NÁUFRAGOS
que sobrevivieron porque bebieron agua de mar
Gabriel García Marquez y Alain Bombard descubren el Agua de Mar como hidratante y nutriente
Comentarios sobre dos libros:
“RELATO DE UN NÁUFRAGO” Gabriel García Marquez
“NÁUFRAGO VOLUNTARIO” Alain Bombard
El uso del agua de mar como hidratante y nutriente comenzó en 1904, época en la que el sabio francés René Quinton publicó su obra El Agua de Mar Medio Interno. Para Ia época Quinton fomentó el uso del agua de mar isotónica (9g x 1000cc). Pero, aparentemente, Quinton no divulgó tanto los usos del agua de mar hipertónica (35g x 1000cc) de mayor concentración, es decir, tal como actualmente se encuentra en los océanos.
Aunque resulte paradójico, fueron los escritores Alain Bombard, “Náufrago Voluntario”, 1952, y el Premio Nobel de literatura 1982,
Gabriel García Márquez, “Relato de un Náufrago”, 1955, los que dieron testimonios históricos contemporáneos del uso exitoso del agua de mar hipertónica como hidratante y nutriente. Dos náufragos, uno voluntario, Bombard, y otro forzoso, Velasco, fueron los héroes que instintivamente salvaron sus vidas por beber el agua de mar “cruda”. Contra todos los prejuicios y tabúes que, todavía, más de 50 años después siguen vigentes, se demostró el poder nutritivo e hidratante del agua hipertónica de cualquier océano. Llama la atención que ni Gabo, ni Bombard, se diesen cuenta de lo que escribían, aunque aportaron testimonios irrefutables de las maravillas del agua de mar como agua potable –imposible la vida sin agua– pero sin que apreciasen sus poderes nutritivos y, menos, preventivos y curativos. Dato sumamente curioso por tratarse de cerebros creativos. Llama más la atención en Bombard, un médico francés que hizo estudios sobre la nutrición marina en el Museo Oceanográfico de Mónaco durante un año. Investigaciones que realizó antes de lanzarse al mar sólo, sin compañía, para hacer la travesía Niza-Las Antillas en un bote salvavidas al que denominó El Hereje. Travesía que realizó en 65 días, en los que tuvo que sobrevivir, como un auténtico náufrago, solamente con los recursos que podía obtener directamente del mar, para lo que se tenía que valer del ingenio de quien no tiene comida, ni agua dulce y, apenas dispone de una frágil balsa neumática, un pedazo de vela para navegar, un cuchillo, una lámpara y unos cordeles.
El colmo del tema del desconocimiento del uso del agua de mar hipertónica, o sea, tal como se encuentra en los océanos, se da con Jack Cuosteau. Quien, al igual que Bombard, era un francés que se movilizó como náufrago por Mónaco, y no se enteró, tampoco, de que había existido un compatriota de ellos, el sabio René Quinton, que había descubierto los poderes nutritivos y curativos del agua mar 60 años antes de que ellos brillaran en el firmamento marino. Contamos a continuación, a manera de resumen, algunos de los temas más resaltantes del uso del agua de mar relatados por los dos héroes de estas aventuras marineras.
“Náufrago Voluntario”, durante 65 días, de Alain Bombard
Historia del médico francés Alain Bombard, publicada en varios idiomas quien, siendo médico, tenía todo el conocimiento para saber cómo el agua de mar puede hidratar a una persona, es decir, tal como lo puede hacer el agua dulce que sale por los grifos de nuestras casas. A esta conclusión llegó después de investigarlo por largo tiempo antes de lanzarse al mar en condiciones muy precarias y sólo. Estudió las propiedades químicas del agua de mar y el valor nutritivo del plancton. Pero, no la Sopa Marina integralmente.
En el prefacio de su libro dice textualmente: “La ciencia es letra muerta mientras no le siga la aplicación práctica”, con lo que se sitúa como un universitario realista que no cree en los paradigmas y, por ello, le pone a su balsa de naufragio el nombre, muy significativo, de Hereje. Una balsa neumática de 4,65m. de largo por 1,90m. de ancho. Un auténtica cáscara de nuez. Lo que Bombard proponía eran meras herejías a todos los niveles, desde el científico–médico, al marítimo. Nadie creía que tendría éxito en su aventura: “El único que lo cree soy yo”, comentaba a manera de sorna y no sin desencanto. Todavía hoy en día, 15 de julio del 2009, biólogos, médicos, sanitaristas, científicos, oceanógrafos, marinos mercantes y de las armadas, y pilotos aeronáuticos, desconocen las características de la Sopa Marina. Sin embargo, algunos pescadores de las Islas Canarias, Puerto Jable en Fuerteventura, me dijeron que ellos no tenían inconveniente en cocinar y beber agua de mar si las circunstancias lo exigían.
Para entrenarse, antes de tirarse al mar, Bombard aprendió a beber agua de mar, para lo que: “Sorbía agua de mar en pequeñas cantidades, para calmar la sed, sabiendo que haciéndolo en pequeñas cantidades no correría peligro”, escribió Alain . Llegó a la conclusión de que podía: “Absorber de 800 a 900g de líquido salado, para lo que la ingesta de agua de mar no debería de sobrepasar de cinco días seguidos”.
Algo que resultó contradictorio cuando se vio obligado a beberla hasta por 14 y 21 días seguidos: “Nunca tuve diarrea, ni problemas renales, ni mal aliento –y añade en su relato–: “Más bien tuve estreñimiento”.
Mi opinión es que Bombard al referirse al estreñimiento, probablemente, no se dio cuenta de que aunque se sentía satisfecho nutritivamente el contenido de su masa intestinal era prácticamente nulo, no había un bolo alimenticio, ya que su nutrición iba directamente a Ias células (biodisponibilidad), motivo por el cual no sentía la necesidad de expulsar heces como cuando tenía la oportunidad de comer pescado. Prácticamente su intestino no tenía heces. Los residuos desechables los expulsaba por las vías respiratorias (C02), Ia orina, fundamentalmente, y por Ia piel. No tenía que eliminar casi nada por las heces, ya que lo que ingería era líquido. Por eso sentía que tenia . Tema que comprobamos personalmente en nuestro en Fuerteventura. No se defeca, pero no se está estreñido.
Cuando estuvo bebiendo agua de mar exclusivamente, escribía en su bitácora que: “no tenía sed, ni hambre”. Una demostración de que Bombard no estaba al tanto, exactamente, del valor nutritivo celular del agua de mar y de su poder hidratante, aunque escribió: “después de estudiar químicamente el agua de mar he llegado a la conclusión de que en un litro, los minerales son 35g y el resto, 965g son agua, H20, pura y potable”. Bombard no padeció de hambre celular, su hambre era saciada automáticamente, y solamente con su ración diaria de agua de mar hipertónica. No se dio cuenta que en el agua de mar hay algo más que unos cuantos minerales o electrolitos.
Y es que en el agua de mar está la Tabla Periódica “completita”. Algo que, todavía, en el 2009, está pasando por debajo de la mesa, ya que para Ia mayoría de los proveedores de salud y los científicos el agua de mar es y eso es todo.
No les cabe en la cabeza algo más que sal (NaCl) cuando piensan y se refieren a las sales, minerales, iones, electrolitos, o metales que hay en el agua de mar. Por ahora, son 118 elementos. Cada 1L de agua de mar está compuesto por la Sopa Marina que contiene: 965cc. de agua, ácidos nucleicos, ADN, aminoácidos esenciales, proteínas, grasas, vitaminas, minerales (118 elementos de la Tabla Periódica completa), fitoplancton, zooplancton –krill/omega3–, huevos y larvas de peces, cadenas de carbono, material particulado, 10 mil millones de virus, 9 mil millones de bacterias y la información de los orígenes de la vida celular, todo en un ambiente alcalino de pH 8.2. Motivos por los cuales el agua de mar es el nutriente más completo de la Naturaleza, biógena y patogenicida. Razón por la cual Bombard no tuvo problemas de salud graves durante la travesía. Los peces y los mamíferos marinos en Alta Mar no padecen de pandemias, epizootias, ni de zoonosis. No hay enfermedades infecciosas ni “gripes marinas” en el mar.
Bombard durante su preproducción del naufragio voluntario obtuvo mucha confianza, en materia de alimentación e hidratación, al comprobar cómo: “Los esquimales que, durante los seis meses del invierno polar, comen exclusivamente carnes y grasas, solo beben el agua de los bancos de hielo, y sin embargo no parecen sufrir graves trastornos digestivos”. Esto concuerda con las adaptaciones de nuestras , las ballenas, que obtienen energía de la grasa que, a su vez, al quemarse, o metabolizarse, producen lo que los científicos llaman agua metabólica en la proporción de 1,O7gr de por cada 1gr de grasa que queman. Con Io que, los esquimales, al igual que las ballenas, también consiguen obtener la suficiente , para isotonizar el agua de mar hipertónica que beben durante seis meses del año. Extraña que el doctor Bombard no investigase más el tema para así haber completado la obra de su compatriota René Quinton, comenzada medio siglo antes.
En otra de sus afirmaciones dice: “Nada de lipotimias”, y aclara, es decir, “tendencia a! síncope o desfallecimiento”. Refiriéndose al día 28 de octubre comenta: “Buena señal: no tengo sueños alimentarios. Es la prueba de que no tengo hambre, pues el hambre es, en primer lugar, una obsesión. De hecho no deseo nada”. Lo que confirma que su estado nutricional era óptimo dadas las circunstancia, y podía mantener todas sus actividades físicas de rutina durante la travesía sin complicaciones, muy diferentes a las de un náufrago voluntario como nosotros. Parte de lo expresado por Bombard tuvimos Ia oportunidad de experimentarlo personalmente cuando hicimos un mini-naufragio (comparado con el de Bombard) voluntario en Ia Semana Santa del 2004 en Fuerteventura, Islas Canarias.
En otro de sus comentarios afirma que: “El agua del Atlántico parece deliciosa comparada con la del Mediterráneo. Es mucho menos salada y calma perfectamente la sed”. En realidad lo que sucede es que a medida que el organismo se va acostumbrando al sabor del agua de mar, se siente menos el sabor “salado” proporcionado, precisamente, por el sodio. El 11 de noviembre hizo un comentario verdaderamente sensacional con relación al agua de mar: “Durante veintiún días había permanecido sin beber una sola gota de agua dulce, salvo la del pescado exprimido, que fue muy poco?. Y continúa su narración: “Mi piel estaba en perfecto estado de conservación aunque reseca por la sal. Mis mucosas no se habían desecado nunca, mis orines habían sido siempre normales, en cantidad, en olor y en color; por consiguiente, era por completo seguro que durante veinte, veintiún días (y más tiempo aún, pues podía continuar), los náufragos podían vivir sin agua dulce”. Con ello confirma nuestra tesis de que los riñones son la mejor planta desaladora y que el agua de mar no obstruye ni dificulta el funcionamiento renal. Bombard nunca padeció de hipertensión, ni de nefritis, tal como le habían sus colegas médicos, antes del periplo. Y tal como lo siguen afirmando, todavía, en pleno 2004, a pesar de las pruebas en contra. Soy testimonio de lo que afirmo.
Bombard sentencia con una de sus herejías: “Lo más grave para los heterodoxos era el hecho de que yo atacase la creencia general según la cual no es posible vivir exclusivamente, de los recursos del mar, y que el agua salada no es potable”.
De otra parte, llegó a la conclusión, antes de partir, que no carecería de vitaminas elementales como la A, B, D y C. Especial énfasis hizo en investigar cómo las ballenas misticetas, que se nutren de plancton exclusivamente, obtenían la vitamina C, cuya deficiencia hizo estragos en las naves a vela de Ia época de Colon que hacían travesías de larga duración. Su carencia desencadenaba en los colonizadores el mortal escorbuto que fue la bestia negra de los mares durante muchos años. En el fitoplancton, o en el zooplancton que se nutre del fito, estaba la solución ya que es rico en vitamina C.
Finalizando su relato una herejía más: “He sido lo bastante idiota como para fiarme de un libro escrito por especialistas”. Los manuales marinos (Raft o Rafter Books) de la época fueron el blanco de sus iras por la cantidad de errores que contenían y que le llevaron a poner en peligro su vida múltiples veces. Los expertos y los especialistas fueron blanco de sus iras.
Y Bombard para despedirse en su libro enfatiza y ratifica sobre el agua de mar hipertónica: “Desde la salida de Mónaco bebí exclusivamente agua de mar durante catorce días y después durante veintiuno. Vencí la sed del mar. Me habían dicho que el agua de mar era laxante. Pero durante un largo período de ayuno no evacuó por once días. No se me manifiesto ninguno de los signos de intoxicación predichos por los expertos . Jamás mis mucosas se desecaron”.
El Hereje permanece en un Museo Marítimo francés. Bombard, el médico, es un héroe nacional, pero, en su país y en el resto del mundo, sus descubrimientos sobre el agua de mar hipertónica permanecen oficialmente ignorados por la mayoría del status globalizado que gobierna a nivel mundial.
“Relato de un Náufrago” del Premio Nobel
Gabriel García Márquez
El popular Gabo, el hombre que podía haber hecho tanto por la nutrición de sus paisanos colombianos y de los hambrientos del tercer mundo, a través del agua de mar, perdió la oportunidad de, además de hacerse rico y famoso (rich and famous) con su Premio Nobel, haber pasado a la historia por haber difundido el agua de mar hipertónica para combatir el hambre y nutrir a millones de niños que mueren anualmente de hambre por su desnutrición rampante, cuando en el agua de mar, que es gratis, se encuentran todos los nutrientes que están demandando esos niños inocentes. La misma agua de mar que alimenta a una ballena de 200 toneladas de peso y 30 metros de largo. Pero Gabo se dejó pasar el ratoncito por entre las piernas y el agua entre los dedos de las manos. Describió maravillosamente Ia historia de un marino colombiano de la Armada de su país que sobrevivió porque bebió agua de mar.
Gabo contó la historia más larga escrita en un periódico, “El Espectador”, en el año 1955, después de 14 sesiones de cuatro horas cada una, con el náufrago Luis Alejandro Velasco, perteneciente a la Marina de Guerra Colombiana. Las entrevistas fueron hechas en un pequeño café de la Avda. Jimenez de Cartagena. Velasco pasó de ser un héroe nacional condecorado por el presidente de turno, a ser declarado persona non grata. Este feliz y trágico relato de Gabo vendió 10 millones de copias en 20 años.
Vale la pena resaltar las frases más significativas del relato de Luis Alejandro Velasco que, posteriormente, analizaré desde los diferentes puntos de vista científicos y empíricos, para sacar conclusiones del porqué de su “autosalvación”. Algunas frases para el análisis:
“Las heridas habían dejado de sangrar y estaban perfectamente secas, me imagino que a causa de la sal del mar”.
“Al cuarto día tomé un poco de agua salada. Esa agua no calma la sed, pero refresca. Había demorado tanto tiempo en tornarla porque sabía que la segunda vez debía tomar menos cantidad, y solo cuando hubieran transcurrido muchas horas”.
“Al quinto día: . . .me revolvía el hambre. . .estaba extenuado... cinco días sin comer.. . tome otro poco de agua en el cuenco de la mano”.
Necesitaba masticar algo... me acordé de las tarjetas del almacén de Mobile... me las llevé a la boca y empecé a masticar... fue como un milagro: la garganta se alivió un poco y la boca se me llenó de saliva... Sentí bajar hasta el estómago la minúscula papilla de cartón molido y desde ese instante sentí Ia sensación de que me salvaría”.
“Decidió masticar hasta el cinturón de cuero de su ropa”.
“Tome varios sorbos de agua de mar. Ahora sé que es conveniente para el organismo”.
“El agua de mar me aliviaba el dolor… Me sentí hasta acompañado y alegre con unas gaviotas que merodeaban la balsa. No tenía hambre. Con más frecuencia que antes tomaba sorbos de agua de mar”.
Lástima que estas experiencias, reales y aleccionadoras, no se hayan difundido más en beneficio, no sólo de los náufragos, sino también de la nutrición de los seres humanos, especialmente de los niños del tercer mundo. Diez millones de niños mueren anualmente por culpa de la desnutrición. La desnutrición es la causa de todas las enfermedades, incluidas las diarreas. El agua de mar empleada integralmente –Sopa Marina, Humedales Artificiales y residuos de la desalinización– podría paliar la hambruna en África, Asia y Latinoamérica, principalmente en las costas; además de ser utilizada en la higiene y la salubridad. Además de contribuir al ahorro del agua dulce en todas las costas del planeta.
AVISO
El contenido, los conceptos y todas las afirmaciones críticas sobre los temas controversiales que contiene el libro “MANUAL DEL NÁUFRAGO” son de la única y exclusiva responsabilidad del Dr. Ángel Gracia. Ni el coautor, ni el editor, ni los colaboradores, ya sean personas jurídicas o sociedades de cualquier tipo, tienen responsabilidad alguna ante cualquier reclamación. Solamente el Dr. Ángel Gracia se hace y es el único responsable de lo que se afirma y es controversial a nivel de las recomendaciones que sobre nutrición e hidratación se exponen en el libro “MANUAL DEL NÁUFRAGO”.
Antes de beber agua de mar consulta con tu médico si así lo deseas. El “MANUAL DEL NÁUFRAGO” y el Dr. Ángel Gracia no se hacen responsables de tu decisión de beber agua de mar o de bañarte en el mar, actos que, en realidad, son lo mismo, pese a lo que los ‘expertos’ opinen. Y, tampoco se hacen responsables el Dr. Ángel Gracia y este libro de que pongas en práctica lo que difunden sin antes consultar con tu médico o “especialista” en la materia.
Sería excepcional que tu “médico o especialista” permitiese esta herejía que irrespeta los dogmas científicos que imparten las universidades y que los profesionales de la medicina deben de acatar, o se arriesgan a perder sus licencias. Tu asesor oficialista lo menos que te puede decir es que estás loco (a). Pero, hay millones de personas en todo el mundo que NO están locos y que beben agua de mar.
Otros la utilizan en la agricultura y bastantes crían diferentes especies de ganado con agua de mar. Por el contrario, nadie la utiliza sistemáticamente en la ornamentación para ahorrar agua dulce que se derrocha en millones de kilómetros de costas del primer mundo. Por ejemplo, en los campos de golf, las piscinas y en los jardines que adornan los límites costeros. En el mundo hay 1.400 Km. de costas donde el agua de mar se puede aprovechar como recurso renovable.
Cuando generalice o totalice sobre las universidades, los médicos, biogerontólogos, sanitaristas, periodistas, políticos, dietistas, científicos de la Ciencias Biológicas, o similares, me estaré refiriendo a la gran mayoría de ellos, NO a todos. Les damos las gracias a las universidades, los médicos y científicos excepcionales que han colaborado con sus aportaciones para que hayamos podido escribir este libro basado en la razón crítica sobre los hechos de la Naturaleza que la inmensa mayoría de los científicos ignoran o no saben explicar porque no aplican el sentido común.
Nota.- En algunos párrafos en vez de escribirlos en plural, lo haremos en singular y señalando que es el “Ángel padre”, el que relata. Mis testimonios, a los 79 años de edad, acreditan lo que no todos los autores han experimentado, pero que se atreven a señalar como paradigmas y hasta dogmas científicos. Algo que he comprobado en infinidad de Congresos, Foros y la ExpoZaragoza2008, a nivel Internacional.
Otra.- Pavlov dijo: “La cosas se vuelven hipnóticas por la monotonía y son monótonas por la repetición”. Motivo por el cual, muchas cosas las repetiremos, para desprogramarnos de los dogmas científicos académicos que de tanto repetirlos en la universidades, nos lavaron el cerebro .
Dr. Ángel Gracia
El Proyecto Matriz #146. AGUA DE MAR,
UN PLASMA MARINO AL ALCANCE DE TODOS
Enlaces Relacionados
RENÉ QUINTON, UN SABIO EN EL OLVIDO
.http://joseppamies.wordpress.com/2010/08/10/como-beber-agua-de-mar-sin-morir-en-el-intento/
Http://www.youtube.com/watch? V=WghVGOlmUAE
Http://www.youtube.com/watch? V=Wjk6wc1VKMk
Http://www.youtube.com/watch? V=Azm1Pzu5NQM
Http://www.youtube.com/watch? V=IyHV7JRZ3rw&feature=related
Http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra. Asp? Art=917
http://www.alimentacion-sana.com. Ar/Portal%20nuevo/quinton/propiedades%20intro. Htm
http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/1244
http://gonzaloantinwo.wordpress.com/2010/11/24/mensaje-urgente-agua-mar-colera-haiti-autoridades-ongs/
Http://www.youtube.com/view_play_list? P=5476B290625D590F
Http://www.youtube.com/watch? V=4J-wyJI0ueU&p=5476B290625D590F
Http://www.youtube.com/watch? V=YSDG7-Lwelk&p=5476B290625D590F
Http://www.youtube.com/watch? V=unMQBwEfs6A&p=5476B290625D590F
Http://www.youtube.com/watch? V=vBII3H3CSv8&p=5476B290625D590F
Http://www.youtube.com/watch? V=z8zaMPOJhLc&p=5476B290625D590F
Http://www.youtube.com/watch? V=JVBeXixCFJY&p=5476B290625D590F
Http://www.youtube.com/watch? V=q8BXEp-uPOk&p=5476B290625D590F
Http://www.youtube.com/watch? V=MVwWqdxAlww&feature=autoplay&list=PL5476B290625D590F&index=18&playnext=1
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.