Publicado por Jorge TapiaLa prestigiosa revista Discovery Salud publica una Carta Abierta al Dr. Mariano Barbacid:
Los médicos cuestionan los actuales tratamientos contra el cáncer
Posted on 30 diciembre 2010 porstarviewer
Un grupo de prestigiosos oncólogos publica una CARTA ABIERTA A MARIANO BARBACID en la que cuestionan tanto lo que oficialmente se afirma del cáncer como los tratamientos que se utilizan.
Un grupo de prestigiosos oncólogos médicos e investigadores en el campo de la Oncología -básica y clínica- ha decidido enviar a través de Discovery DSALUD una Carta abierta al Dr. Mariano Barbacid -Director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)- en la que le solicitan responda públicamente a una serie de cuestiones de vital importancia en el momento actual de la investigación del cáncer y diga si está de acuerdo en que ha llegado la hora de hacerse un replanteamiento global sobre esta patología, muy especialmente en lo que a la manera de afrontarla se refiere dado el fracaso de los actuales tratamientos médicos en la mayoría de los tumores malignos.
Los firmantes -miembros de la International Society for Proton Dynamics of Cancer (ISPDC) o Sociedad Internacional de la Dinámica de Protones en el Tratamiento del Cáncer (www.ispdc.net)-, son el Dr. Salvador Harguindey –del Instituto de Biología Clínica y Metabolismo (IBCM) de Vitoria y vicepresidente de la mencionada sociedad-, el Dr. Stefano Fais -Director de la Sección de Medicamentos Antitumorales del Departamento de Investigación Terapéutica y Evaluación de Medicinas del Instituto Nacional de la Salud de Roma (Italia) y presidente del ISPDC-, la Dra. Miriam L. Wahl –ex Directora del Laboratorio de pH Tumoral de la Universidad de Duke (Carolina del Norte, EEUU) y miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Baltimore (EEUU)- y el Dr. Stephan J. Reshkin -profesor del Departamento de Fisiología General y Ambiental de la Universidad de Bari (Italia)-.La carta –extensa y técnica- aparece íntegra en el número de Discovery DSALUD que salió a la venta el pasado viernes 24 de diciembre- y en ella se denuncia que la afirmación de que la palabra “cáncer” engloba en realidad “a más de 200 enfermedades distintas” es una aseveración que “corresponde a una visión obsoleta del cáncer que se opone frontalmente al moderno paradigma surgido en la Oncología hace escasos años”.
“(…) Cabe preguntar tanto al Dr. Barbacid como a quienes con él comparten aún la misma reduccionista y disgregadora cosmovisión oncológica –agrega la carta- qué es lo que en verdad sabe la mayoría de los investigadores en la actualidad sobre la naturaleza íntima y esencial de las enfermedades neoplásicas para sostener que el cáncer son ‘200 enfermedades diferentes’. Es regla de oro de la Medicina que sólo llegando a la raíz, a lo que subyace en cualquier problema de salud, se puede acceder a una comprensión racional e interpretación correcta de una patología, paso previo imprescindible para aspirar tanto a prevenirla como a tratarla adecuadamente una vez se haya manifestado. Sin conocer la causa o causas primarias (etiología), los mecanismos intermediarios (etiopatogenia) y la esencia íntima de una enfermedad (su naturaleza) no se puede siquiera pensar en superarla. Y eso es así muy especialmente en este caso porque como ya dijo el padre de la bioquímica del cáncer, Otto Warburg, sólo podremos curar lo que primero podamos entender”.
La Carta Abierta plantea a continuación numerosas preguntas al Dr. Barbacid y a quienes con él comparten su trasnochada visión del cáncer solicitando que las responda públicamente para conocimiento de médicos y medios de comunicación.
“El enfoque y paradigma conceptual asumido hasta hoy está muerto –se afirma en la carta-. Ha sido necesario replantearse todo lo que se cree saber sobre esta patología desde la raíz antes de haber conseguido poder integrar sus muchas caras y ramas dentro del árbol de la ciencia de una unidad superior, el llamado ‘paradigma emergente’”. Y se añade: “¿No se puede -o no se quiere- entender aún que ha llegado ya la hora de que los profesionales de la investigación oncológica de todo el mundo se conciencien de esta realidad y de que deben familiarizarse cuanto antes con las claves de los principales sistemas energéticos del funcionamiento anormal y específico de todas las células y tumores malignos?”
Más adelante se afirma: “Tal vez haya llegado la hora -o esté cada vez más cerca- de que los oncólogos básicos y clínicos consigan despertar y decidirse a plantear otras alternativas y, al mismo tiempo, hagan acopio de la necesaria inspiración, generosidad y valor para dejar de vivir esclavizados y embobados por ese Gran Hermano de la Oncología que constituyen las grandes multinacionales farmacéuticas, entidades de dudosa ética a las que sólo les importan sus intereses económicos y cuyas dinámicas y motivaciones -muchas veces pseudocientíficas- llevan a tratar por todos los medios de comercializar medicaciones cada día más tóxicas, menos efectivas y más caras”.
La carta, que puede leerse íntegra en el número de Discovery DSALUD que se encuentra a la venta en los kioscos, termina diciendo: “En suma, los abajo firmantes postulamos un nuevo paradigma integral, unitario y radical de las enfermedades neoplásicas por entender que todos los tumores malignos tienen más factores en común que diferencias entre ellos, tal como ha sido consensuado en el reciente I Congreso Internacional de la Sociedad para el Estudio de las Dinámicas de Protones en el Cáncer celebrado a principios de septiembre pasado en Roma (www.ispdc.com). Ello exige abandonar, también radicalmente, el actual modelo analítico-reduccionista y desintegrado que insiste en que la palabra cáncer designa a más de 200 enfermedades distintas que han de ser tratadas con infinidad de combinaciones farmacológicas diferentes a pesar de que a día de hoy los quimioterápicos han demostrado ser más tóxicos que eficaces, exceptuando los tumores germinales y algunas leucemias y linfomas, neoplasias que conforman una muy reducida minoría dentro del conjunto de todos los tumores malignos. Y eso significa que persistir en el camino trillado sólo puede ahondar aún más en el mayoritario fracaso terapéutico de la Oncología Médica actual al mismo tiempo que impedir y detener todo posible avance y verdadero progreso”.
Fuente: Revista DSalud 24 de Diciembre.
CANCER-ELVELO EMPIEZA A CAER-fFuente-Discovery Salud
Posteado por: ana1654 en: 21 enero, 2011
En: CANCER
CÁNCER: EL VELO EMPIEZA A CAER
Llevamos años afirmando que el hecho de que la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia sean los tratamientos de referencia en el abordaje del cáncer no se explica de ninguna manera. Y hemos dado razones más que suficientes para justificar tan rotunda afirmación.
A pesar de lo cual muchos médicos se resisten a asumirlo porque les resulta difícil entender y aceptar que los oncólogos, considerados miembros de una de las especialidades más complejas y mejor pagadas de la profesión, puedan estar tan equivocados como reiteradamente venimos denunciando.
Y eso que el propio Mariano Barbacid, director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y considerado en España la máxima autoridad en Oncología, ha reconocido públicamente que los tratamientos actuales son ineficaces en la mayoría de los casos algo a lo que los oncólogos respondieron de inmediato diciendo que quien así habla carece de experiencia clínica.
Bueno, pues el oncólogo que entrevistamos en este número, el doctor Javier Herráez, sí la tiene. Y corrobora cuanto hemos estado diciendo. Ya no lo decimos pues nosotros. Lo dice alguien que se ha hartado de ver morir a sus pacientes tras aplicarles los protocolos oficiales.
Alguien que incluso ha tenido la valentía de ir más allá y explica a quien quiera escuchar, para empezar, que es indignante que a un enfermo de cáncer se le pronostique cuánto le queda de vida porque ningún médico sabe eso y no puede ampararse en las estadísticas para hacer tamaña extrapolación.
Sin embargo se hace muy a menudo para que el paciente, al decírsele claramente que “lo suyo no tiene cura y va a morir sin remedio”, acepte entrar en el protocolo de algún nuevo fármaco experimental “que tiene muy buenas expectativas” –siempre se les dice lo mismo a los enfermos con todos los fármacos que se prueban porque si no se negarían- aunque, eso sí, dejando claro que no es más que “una posibilidad sin garantía alguna” ya que saben que la mayoría terminará muriendo y temen la reacción de los familiares.
Es decir, se le dice al enfermo que está desahuciado y luego se aprovecha su desesperación –y la de su familia- para ofrecerle una vaga esperanza… a la que la inmensa mayoría, como es lógico, se agarra cual clavo ardiendo. Lo que ya no se le explica claramente casi nunca –cuando legalmente es obligatorio- es que puede tocarle estar en el grupo al que se va a dar el placebo en lugar del fármaco experimental y, por consiguiente, al de personas a las que se va a dejar morir sin darles nada útil para saber si funciona o no.
Y, claro, el paciente tampoco sabe que los laboratorios pagan por cada enfermo que los oncólogos reclutan para experimentar con ellos nuevos productos hasta 6.000 euros por “cobaya humana”. Dinero que va al oncólogo, al hospital en el que trabaja o a alguna fundación que se suele crear ex profeso para ello.
El enfermo-cobaya no ve ni un euro. Y todos sabemos que cuando hay tanto dinero de por medio mucha gente está dispuesta a dejar de lado la ética. Por eso se reconoce ya sin ambages que “la industria farmacéutica influye demasiado en el quehacer clínico de los oncólogos”.
Javier Herráez no duda tampoco en aseverar que “el actual uso masivo de la quimioterapia no se justifica en absoluto porque lo máximo que se suele conseguir con ella es prolongar la vida unas semanas o unos meses y con una calidad de vida mucho peor”.
Asimismo echa abajo el mito de que la reducción del tamaño de un tumor implique un aumento del tiempo de supervivencia. “No está demostrado ni científica ni médicamente que una cosa se correlacione con la otra ”. Es más, asevera que en todos los años en los que se le enseñó a tratar enfermos con quimioterapia no vio “más de dos o tres curaciones o posibles curaciones” y por eso le parece inaceptable que hoy se medique con ella tan a menudo a los enfermos.
Obviamente no puede extrañar que para este oncólogo desengañado la Quimioterapia no se justifique actualmente ya “ ni como primera, ni como última opción”. Ni que agregue: “Hay que desmitificar la Quimioterapia porque no es la solución en la mayoría de los casos”. Invito a nuestros lectores a leer la charla que mi compañero Antonio Muro mantuvo con él porque es realmente esclarecedora.