Primera Parte
Clorito de sodio, Historia
Imagínese que Vd. se encuentra en medio de la jungla de Guyana. No en solitario sino en compañía. Y no de vacaciones, sino en la búsqueda de oro. Algo muy aventurero, romántico - y quizás extremadamente lucrativo. Y ahora imagínese que le pica un mosquito y Vd. queda infectado con malaria. Mientras la fiebre sube sin parar, Vd. tiene claro que para este tipo de imprevisto no ha traído la medicación necesaria. Naturalmente no hay ningún medico disponible y la próxima farmacia se encuentra a muchos cientos de kilómetros.
¡El calor enfermizo en su cuerpo hace que la fiebre del oro cese por completo! Pero, ¿qué hacer? Justamente esa pregunta tuvo que hacerse el americano Jim Humble cuando en Guyana, junto con otros expedicionarios, fue picado por mosquitos de malaria. Lo único que llevaban consigo era un medio muy efectivo conocido desde 1929 para la desinfección del agua. Se denomina “oxígeno estabilizado”. Con esta sustancia se unen cloro y oxígeno para formar una molécula de cinco átomos (ClO4), cuyo efecto oxidante es tan fuerte que los gérmenes en el agua son destruidos. Para ello bastan unas seis gotas de esta solución en un litro de agua.
En su necesidad Jim Humble le dio a uno de los acompañantes infectados con malaria una dosis de este medio de desinfección. Para su sorpresa, la fiebre bajó notablemente al cabo de una hora y después de otras cuatro horas los síntomas habían desaparecido por completo.
El ingeniero y buscador de oro Jim Humble también se había infectado con malaria, lo cual quedó confirmado por un análisis de sangre hecho posteriormente. En lugar de tomar las píldoras contra la malaria que se le mandaron, Humble ingirió cantidades de agua con oxígeno estabilizado disuelto. Al paso de pocas horas se sintió sano. El nuevo análisis de sangre hecho en el hospital dio negativo.
Jim Humble pertenece a los primeras personas lo suficientemente locas o desesperadas como para tomar por su cuenta un producto para la desinfección del agua, porque creían (o esperaban) que la química derrotaría los microbios en su cuerpo. Tenían razón, aunque el oxígeno estabilizado no funciona de manera óptima, porque tiene un índice de éxito del 70 por ciento.
En miles de ensayos, Jim Humble descubrió lo que los expertos ya sabían hace tiempo, que una molécula muy parecida tiene un efecto oxidante mucho mayor que el oxígeno estabilizado: Se trata del dióxido de cloro (ClO2), formado por un átomo de cloro y dos de oxígeno. Se usa hace casi un siglo para la purificación del agua. Además se utiliza en la industria alimenticia como desinfectante bactericida, así como en piscinas públicas y plantas de aguas. En los EEUU se usa dióxido de cloro para la desinfección de reses, gallinas y otras carnes. Cuando en 2001 se infectaron varios edificios de la administración estadounidense con ántrax (carbunco) se usó dióxido de cloro para la descontaminación de los espacios. Se usó también en las casas que se vieron atacadas por el moho después del huracán Katrina. La razón para estos usos tan diferentes está clara: 1999 la Sociedad Americana para Química Analítica publicó que dióxido de cloro es el bactericida más potente que el hombre conoce. Lo que funciona en piscinas contaminadas con pie de atleta, debería funcionar también para eliminar del cuerpo los microbios no deseados. El medico Americano, Dr. Thomas Lee Hesselink está convencido de ello. Él opina que el dióxido de cloro, dosificado correctamente y producido directamente en el cuerpo, podría convertirse en uno de los antibióticos más fuertes. Y eso sin dañar el cuerpo. Al contrario. Hesselink escribe en un texto científico que la resistencia cada vez más frecuente a ciertos antibióticos podría ser contrarrestada con el dióxido de cloro. Diferentes trabajos de investigación han mostrado, así los médicos, que la toma de oxígeno y otras sustancias oxidantes neutraliza la resistencia a los antibióticos.
Dióxido de cloro no es un tóxico metabólico, que perturba el metabolismo de los microorganismos llegando a destruirlos. Pertenece a los biocidas oxidantes, que interrumpen el transporte de nutrientes a través de la pared celular. O como lo expresa Jim Humble de manera figurada y drástica: „Un ion de dióxido de cloro explota en un instante, cuando por ejemplo choca con un germen en el cuerpo.“ Unos fuegos artificiales en estómago – ¡ ¿Es esto lo que buscamos?! Naturalmente la explicación de Humble es todo menos científica.
Pero tiene razón de todas formas. El dióxido de cloro es un explosivo peligroso. Es tan altamente explosivo que no se puede transportar o almacenar porque destruye cualquier contenedor. Por eso siempre se fabrica allí donde se va a emplear. Por ejemplo en el cuerpo
El científico no habla de „explosiones“ químicas, sino de oxidación. El dióxido de cloro es un hambriento ladón de electrones, que le quita inmediatamente cinco electrones a cada virus o sustancia venenosa. Un robo tan grave como este (proceso de oxidación) no lo sobreviven las víctimas indeseadas y quedan destruidas.
También la molécula de dióxido de cloro (Cl02!!!) queda destruida por la reacción química: El oxígeno (O2) liberado se une o bien con hidrógeno (2H2) para formar agua (2H2O) o bien con carbono (C) para formar dióxido de carbono (CO2). El ión neutral de cloro se une a sodio para dar lugar a sal común (NaCl).
De esta forma, la agresiva molécula oxidante en nuestro cuerpo da lugar a tres inocuas sustancias básicas de la vida, mientras que los microbios no sobreviven a esta reacción química. La razón de que el dióxido de cloro altamente corrosivo prácticamente sólo ataque a los agentes patógenos radica en que sólo destruye microbios con un pH menor que 7, o sea ácidos y por tanto dañinos, ya que la hiperacidez es un caldo de cultivo para enfermedades.
Ya que el dióxido de cloro es tan explosivo, ¿corremos peligro de que nos explote antes de que lo hayamos ingerido? Eso sería posible si realmente ingiriésemos dióxido de cloro. Pero tan atrevido (o tonto) no es nadie. Por eso le hemos puesto al inestable dióxido de cloro (ClO2) una „chaqueta de fuerza“ molecular para que esté tranquilo. El nombre de su guardián es sodio. De esta manera, la fórmula mágica es NaClO2 – clorito de sodio. Y con esto sabemos de dónde sale el átomo de sodio que nombramos anteriormente y que se une con el átomo de cloro „asesino de bacterias“ dando lugar al cloruro sódico – sal común. El clorito de sodio no es sólo la forma más antigua conocida de oxígeno estabilizado, sino también la sustancia primaria del MMS – el Mineral Miracle Supplement (Suplemento Mineral Milagroso) de Jim Humble.
Es un logro de Jim Humble, haber encontrado en el MMS la manera de aumentar la efectividad de clorito de sodio en comparación con el oxigeno estabilizador por un factor 1000 veces mayor. Solamente cuando el clorito de sodio altamente alcalino entra en contacto con un ácido, p.ej. vinagre o ácidos gástricos, da lugar a dióxido de cloro bactericida. De esta forma el material explosivo se sintetiza en el cuerpo en cantidades diminutas, donde entonces puede realizar su función purificadora sin efectos secundarios. Aunque elimina los microbios en instantes, los organismos mayores como animales o el hombre son muy resistentes contra el dióxido de cloro. Jim Humble ha descubierto que la solución de clorito de sodio (un líquido que contiene aprox. 28 por ciento de NaClO2) funciona de la mejor forma mezclándola antes con un ácido (vinagre o ácido cítrico) y dejándola reposar tres minutos. Con el aporte de vinagre la solución altamente alcalina queda neutralizada, es decir, se forma más dióxido de cloro que con el simple uso de agua. Sin embargo este proceso sucede de manera muy controlada. Se habla de un efecto retardado que sigue hacienda efecto durante horas.
¿Qué ocurrió entonces en el cuerpo de Jim Humble cuando volvió de la selva, de una aventura marcada por la malaria hace doce años e ingirió por primera vez clorito de sodio? Los glóbulos rojos no pueden diferenciar entre oxígeno (O2) y dióxido de cloro (ClO2). Si un glóbulo rojo se encuentra en el estómago con dióxido de cloro es absorbido inmediatamente en el torrente sanguíneo. Si un parásito de malaria en la sangre entra en contacto con la molécula de dióxido de cloro, ambas se descomponen en una reacción química.
Aunque el dióxido de cloro contiene 100 veces más energía que el oxígeno puro sólo ataca células enfermas o agentes dañinos. Si no se da ninguno de los casos se degrada de manera natural dando lugar a sal y oxígeno. Como solamente se ingieren dosis diminutas (la dosis recomendada para comenzar es de una gota de solución de MMS), el cuerpo puede metabolizar fácilmente la sal producida adicionalmente.
Si se observa la sangre bajo un microscopio de campo oscuro, se nos revela el efecto revitalizante de MMS (véase imagen en página 56). En la sangre contaminada las superficies de los glóbulos rojos se distinguen con dificultad. Con frecuencia se encuentran pegadas unas a otras (síntoma de “cartuchos de monedas”), lo que indica una hiperacidez y una escasez de agua y minerales. Una hora y media después de la ingestión de 10 gotas de MMS activadas con vinagre, la misma sangre muestra un aspecto mejor: los glóbulos rojos ya no están tan apelmazados y – lo que es más importante – los glóbulos blancos del sistema inmunológico se mueven hacia los grumos de cristalización que quedan. Estas tomas son la prueba de que los glóbulos blancos son 10 veces más activos después de la toma de MMS. Jim Humble que hoy tiene 76 anos empezó su investigación metódica, la cual condujo al MMS, partiendo de nada. Después de su curación milagrosa de la malaria en Guinea y ya de vuelta en os EEUU, Humble termina por diferentes razones en la oficina de asistencia social (parece ser que no encontró oro en Sudamérica). Sin embargo no dejó sus ensayos con oxígeno estabilizado, aunque casi no tenía medios para pagar las cintas indicadoras con las que se mide el pH del agua en las piscinas. A través de internet Humble encontró amigos por todo el mundo. Entre otros Moses Augustino, un hombre en Tanzania que organizaba safaris en el Kilimanjaro. Éste no tardó en pedirle dinero al supuestamente rico estadounidense. „40 dólares eran un montón de dinero para él“, escribe Humble en su libro, „pero en ese tiempo 40 dólares también eran un montón de dinero para mí. Pero como quería conseguir que probase el oxígeno estabilizado en pacientes de malaria, le mandé los 40 dólares.“
El dinero sería una buena inversión, ya que Moses Augustino administró la sustancia de Humble según sus indicaciones a muchos enfermos de malaria. Aunque no hizo efecto en todos, el éxito fue tan grande que un médico se percató de ello y empezó a tratar a sus pacientes con clorito de sodio también con éxito.
Jim Humble y una enfermera observan como una madre le da MMS a su niño. Niños de Uganda beben el preparado mineral como si fuera la poción mágica de Asterix.
En los años posteriores Jim Humble pudo trabajar con muchos otros médicos, misiones y clínicas, sobre todo en África. Hoy en día son más de 75.000 casos de malaria que han sido curados gracias a MMS como así testifican escritos oficiales de Tanzania, Malawi, Kenia, Uganda, Sierra Leone y otros países. En Malawi, al este de África, el gobierno ha permitido el MMS de manera oficial como preparado mineral para que todo el mundo – también enfermos – pueda tomarlo. ¡Allí se llevó a cabo un estudio clínico con MMS controlado científicamente, logrando un éxito del 99 por ciento! Otras investigaciones estatales llegaron a la misma conclusión. En Uganda se recuperaron más del 90 por ciento de los pacientes de malaria tratados con MMS en un plazo de 4 a 8 horas.
También de manera drástica parece funcionar MMS con el virus del SIDA: Ensayos en enfermos de SIDA en Uganda muestran que más del 60% quedaban curados al tercer día de tomar MMS. Pasado un mes eran ya el 98 por ciento. Un médico dijo, según cuenta Humble, que en un tiempo de ocho meses había tratado 390 casos de SIDA con MMS en la capital de Uganda, Kampala. Muchos de sus pacientes fueron dados de alta del hospital para que fueran a morir rodeados de sus familiares, pero este destino sólo se cumplió con dos enfermos. Todos los demás se recuperaron a los pocos días o semanas de tal forma que pudieron volver a trabajar normalmente y se encontraban llenos de salud.
Una clínica especializada en cáncer en el estado federal Sonora en Méjico también obtiene buenos resultados con MMS. Allí es aplicado con éxito para curar infecciones con fiebre o para tratar tumores degenerativos inflamados. Incluso en casos de cáncer de próstata y otros tumores peligrosos el MMS ha llevado a „resultados buenos y esperanzadores“, escribe Dr. Héctor Francisco Remero G., el médico responsable.
Abcesos dentales, infecciones en la mucosa de la garganta y piorrea (supuración de la encía) han podido ser tratadas por Jim Humble en pocas horas, haciendo que los pacientes se lavaran los dientes con MMS. Esto no es sorprendente; dióxido de cloro es usado hace años en ciertos productos de higiene bucal. Aplicado externamente MMS también ayuda en casos de caspa, picaduras de insectos, quemaduras del sol y otras quemaduras de la piel, como aseguran algunos testimonios. Para ello se aplica solución de MMS muy diluida (1 gota MMS en 50 ml de agua) sobre la piel. Jim Humble cita en su libro a personas a las que MMS les ha ayudado en caso de artritis linfática y reumática, así como en casos de hepatitis A, B y C. Si se creen otros testimonios, el herpes puede desaparecer gracias a MMS en un plazo de dos semanas a dos meses. Otros hablan de que ataques de asma agudos cesaron diez minutes después de la toma MMS.
Pero atención: El efecto de MMS es tan fuerte que puede conllevar a efectos secundarios en personas débiles y sensibles si se toma una dosis muy alta al principio. Entre estos efectos se encuentran, diarrea, dolores de estómago, náuseas, dolores de cabeza. Un shock anafiláctico tiene lugar cuando una gran cantidad de gérmenes son destruidos por una terapia muy efectiva en un espacio corto de tiempo y por tanto mucha sustancia tóxica de las bacterias es liberada, de tal forma que el cuerpo no puede deshacerse de ella a tiempo. Entonces sucede que aparecen síntomas de intoxicación conocidos como reacción de Jarisch-Herxheimer o Herx. Con una dosificación de MMS baja al comienzo, para luego ir aumentando ligeramente la dosis y consumiendo gran cantidad de agua esto puede ser evitado. Así Jim Humble nos avisa en su libro repetidamente que no es MMS el que causa la curación directamente. Sino que el cuerpo, tras el fortalecimiento del sistema inmunológico vuelve a ser capaz de erradicar enfermedades por sí sólo.
Aparentemente esto funciona incluso con cáncer. Numerosos pacientes superaron su cáncer de piel, aplicando 15 gotas de MMS dos veces al día sobre las zonas afectadas. Éstas se secaron y se desprendieron por sí solas al cabo de una semana. Su primer éxito con cáncer lo tuvo Jim Humble con un conocido. Éste padecía de cáncer de páncreas y había sido operado en la clínica Mayo. Cuando se volvió a diagnosticar cáncer y se volvió a planear una fecha para otra intervención, éste quiso ser tratado también con dióxido de cloro. Humble le dio la solución con vinagre como activador. „A las dos semanas le midieron los valores; el valor más alto era 82, signifique lo que signifique“, recuerda Humble. „Cuando fue explorado la siguiente vez en el hospital, el valor había descendido a 71. Un mes más tarde estaba por 55, dos meses después en 29, etc., hasta que el valor quedó por debajo de cinco. Los médicos en el hospital no sabían lo que estaba pasando, pero como los valores seguían cayendo decidieron cancelar la operación en la clínica Mayo.“ Poco después el hombre fue declarado completamente sano y los tests pendientes se suspendieron. Humble: „Este es sólo uno de los muchos casos de los diez años pasados en los que gracias al preparado mineral el cáncer simplemente desapareció.“ Si se lee en diversos Web-Blogs, en los que los afectados por una misteriosa y nueva enfermedad de la piel llamada de Morgellons cuentan sus experiencias, uno se da cuenta que MMS consigue frecuentemente un alivio e incluso a la curación. Una paciente de Morgellons escribe: „Nunca esperé que MMS curase el Morgellons. Solamente quería mejorar mi estado de salud y estoy totalmente feliz con este producto.“ Luego contó que sus dientes, su piel y su presión sanguínea habían mejorado notablemente y que sus dolores de artritis habían abgenommen mucho. „Yo creía que ya lo había visto todo a lo que objetos extraños se refiere que salen de mi cuerpo“, refiriéndose al Morgellons, „pero me esperaba una sorpresa.
Cuando llegué a la dosis de doce gotas de MMS, mi cuerpo empezó a expulsar cosas muy raras que nunca había visto en mis heces. Algunas recordaban a raíces blancas con semillas rojas. Luego mi cuerpo empezó a expulsar un montón de cosas que parecían trozos brillantes de papel metálico.“ Un hombre contó en un foro de autoayuda para enfermos de Morgellons la experiencia de un conocido al que le había dado MMS. „A los veinte minutos tuvo una diarrea muy fuerte y tuvo que ir al baño varias veces por la noche. En el retrete nadaban gusanos blancos. Por la mañana, la sensación continua de tener escarabajos bajo la piel había desaparecido. Erupciones cutáneas que antes estaban hinchadas y enrojecidas, habían cesado por la noche.
Ella me dijo que por primera vez sabía que un producto funcionaba y hacía efecto desde dentro. Eso le da gran esperanza“
Se podría pensar que el mundo estaba esperando el MMS de Jim Humble. Y así es. Pero lamentablemente no es el caso de los poderosos y gente con influencia. Por no hablar de la industria farmacéutica. La autoridad norteamericana que se ocupa de aprobación de fármacos (FDA) ha impuesto una ley que le permite retirar todos los preparados del mercado, cuya efectividad no haya sido probada. Miles y miles de informes basados en experiencias positivas, como existen en el caso de MMS, no cuentan nada. Para la FDA sólo cuentan métodos científicos estandarizados que cuestan 50 millones de dólares como mínimo. Esto por supuesto solamente se lo pueden costear empresas farmacéuticas multinacionales. Más acerca del tema salud: Tampoco cuentan hechos empíricos para la Organización Mundial de la Salud (WHO). En unos tiempos en los que 35.000 pacientes de malaria en África han sido tratados con MMS exitosamente, la WHO ha comunicado a Jim Humble que su preparado no funciona, porque los especialistas no han logrado sanar a ratones de laboratorio. Como luego se supo, los médicos encargados ni si quiera sabían qué procesos de oxidación dan lugar a dióxido de cloro. Humble incluso ha hablado por teléfono con el fundador de Microsoft, Bill Gates, cuya fundación ayuda a millones de personas en la lucha contra el SIDA y otras enfermedades. Pero no ha dado resultado. Gates solamente apoya fármacos que sean reconocidos por la FDA.
Así que solo nos queda der camino a través de las masas. Lo que mucha gente conoce no puede ser ocultado. Y si los organismos oficiales no ofrecen a las personas el MMS como antibiótico natural, pues lo hacemos nosotros – claro está, solamente para el tratamiento de agua, ya que con este fin el clorito de sodio viene siendo usado con éxito desde décadas.