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Te recomiendo este libro si eres de esas personas que tienen curiosidad por cómo funciona la mente humana, y quieres saber cómo aprender a sustituir hábitos nocivos de pensamiento y comportamiento por una nueva mentalidad: más amable y coherente con tus metas y propósitos.
Cap. 8 La química de la supervivencia
Cuando actuamos en base a esos “programas” que hemos ido estructurando en nuestra mente como resultado de hacer y vivir siempre lo mismo, dejamos de “pensar” conscientemente, todo lo hacemos en modo automático, mediante un conjunto de acciones y comportamientos preprogramados (basados en experiencias repetidas del pasado). Por eso, decimos que solamente utilizamos una pequeña parte de nuestro potencial mental.
Dado que evolutivamente hablando, esta forma de “pensar” es la que nos ayudó a mantenernos con vida, es por lo que se le denomina “modo supervivencia”. Este reflejo automático más primitivo, nos insta a movernos hacia lo cómodo, agradable y familiar, mientras nos lleva a alejarnos de lo puede resultar doloroso o inquietante.
Al manejarnos con este piloto automático, no vivimos el momento presente, sino que dejamos que aquellos programas mentales que definen nuestra cárcel de pensamientos tome el control. Lo que ocurre es que inconscientemente, estamos comparando en todo momento, nuestro presente “cómodo”, con la anticipación del sentimiento que podríamos experimentar en cualquier otra situación distinta que pudiéramos experimentar en el futuro.
Es decir, cualquier situación que a tu juicio, puda alterar esa “comodidad o familiaridad”, tu cerebro lo interpretará como una amenaza, y activará el programa supervivencia, es decir, las reacciones de huida o lucha. El modo supervivencia, se caracteriza por inhibir nuestro libre albedría, es decir, cuando se activa, el cerebro dejar de utilizar la creatividad, o la racionalidad, y pasa a simplemente reaccionar de manera primitiva.
En otras palabras, la supervivencia siempre consiste en estar preparado/a para lo que está por venir en base a las experiencias pasadas, nunca se centra únicamente en el presente. Digamos que dejas de pensar conscientemente, y solo reaccionas: huida o lucha.
Lo que busca tu cerebro es mantenerte con vida, es decir, asegurarse de que todo siga siendo habitual, familiar, cómodo y conocido, por eso ante la incertidumbre o novedad, tu mente activa el modo supervivencia, es decir, se estresa.
A diferencia de los animales, los humanos podemos estresarnos (entrar en modo supervivencia) con un simple pensamiento sobre una situación pasada o futura amenazante. Sin necesidad de que ocurra nada en el exterior, lo que nos lleva a sumirnos en el llamado estrés crónico, que nos debilita, enferma, y nos encierra en un bucle constante de más estrés, y más malestar corporal.